Prurito, malestar vaginal, secreción. Quienes padecen Candida suelen padecerla durante mucho tiempo sin poder resolver las molestias que se repiten periódicamente. ¿Por qué sucede y cómo salir de él? Una nueva columna dedicada a los lectores de iODonna.it comienza hoy con las respuestas a las dudas más comunes sobre ginecología de la Dra. Raffaela Di Pace, ginecóloga, Doctora en Fisiopatología de la Menopausia y Sexóloga Consultora.
Las Ginecologías más comunes Las infecciones afectan la vulva y la vagina y suelen ser causadas por diferentes tipos de Candida, siendo la más común la Albicans.
Qué es la Candida
Candida es un hongo, por tanto pertenece a la familia de las levaduras, y es saprófito, es decir, coexiste de forma equilibrada en nuestra piel y en nuestras mucosas sin crear síntomas -eubiosis-.
Sin embargo, en los casos en que el equilibrio está desequilibrado, puede anular los microorganismos naturalmente presentes en el cuerpo, especialmente las bacterias de buena defensa, volviéndose agresivas y causando manifestaciones clínicas además de síntomas.
Puede localizarse en muchas partes del cuerpo, pero sin duda el sitio más típico y frecuente es el aparato reproductor, especialmente en la mujer, donde se vuelve sintomático con mayor frecuencia que en el hombre.
La vulvovaginitis causada por candidiasis es, de hecho, uno de los problemas más frecuentes por los que las mujeres acuden al ginecólogo, que a menudo se ve obligado a prescribir terapias para este tipo de problemas.
Porque la terapia también es útil para la pareja
Es importante extender la terapia contra la cándida a la pareja, incluso si es asintomática, para evitar el "efecto ping pong" (es decir, la reinfección después de la terapia).
¿Qué curas funcionan?
Hay varios principios activos eficaces: fluconazol, econazol, anfotericina, nistatina para tomar por vía oral asociados a terapias tópicas como clotrimazol, nistatina, ácido bórico.
Si la cándida vuelve, ¿qué hacer?
Después de una terapia inicial y resolución de los síntomas, la infección puede reaparecer, incluso después de un corto tiempo, demostrando precisamente que la causa real no es tanto la virulencia del patógeno sino una nueva condición local que ha surgido a crear. Esta situación se denomina disbiosis y se caracteriza por la ruptura del equilibrio del ecosistema que permitía la coexistencia de todas las especies presentes en el entorno vaginal.
A menudo en esta condición las infecciones se vuelven "mixtas" , es decir, con una superposición de uno o más componentes bacterianos y cada vez más difíciles de tratar y erradicar.
En estas situaciones, más que seguir prescribiendo terapias antifúngicas y sobre todo antibióticas (que alteran aún más el sistema), es necesario actuar en el sentido de reforzar las defensas con el restablecimiento de una situación de eubiosis.
Qué tiene que ver el intestino
Durante años pensamos que asegurar una defensa adecuada era sólo un PH ácido provocado por el ácido láctico producido por los lactobacilos presentes en la mucosa vaginal. Pero hoy sabemos que la constitución del microbioma vaginal es mucho más compleja y que está íntimamente relacionada con la intestinal.
Candida, de hecho, a menudo también está presente en el intestino. Y sólo a través del restablecimiento de las condiciones adecuadas de este eficiente sistema es posible volver a la normalización y resolución del problema. Las terapias sintomáticas por sí solas ya no son suficientes y, de hecho, solo pueden empeorar la situación, especialmente si se usan con frecuencia y sin justificación, a menudo por autoadministración.
El suplemento de fermentos lácticos y probióticos
Por lo tanto, es necesario intervenir de manera más sistemática a partir de la nutrición y la normalización del microbioma intestinal a través de la integración con cepas específicas de fermentos. Pocos entonces son los que logran llegar a la vagina, si se toman por vía oral a través del intestino. O es útil intervenir con fermentos vaginales para usarlos intensamente durante 7-10 días y luego continuar con menos frecuencia por períodos más largos.
Cuidado con los azúcares
Para vencer a la Candida también es útil hacer algunas correcciones en la dieta reduciendo azúcares y levaduras, eliminando así los nutrientes que permiten que la Candida crezca y se multiplique. Por este motivo, los diabéticos son los que tienen más riesgo de desarrollar esta infección. Al ser un hongo, la candida crece en un ambiente húmedo. Por ello, es fundamental vestirse adecuadamente para garantizar una correcta transpiración en la zona genital, evitando prendas demasiado ajustadas y prefiriendo las fibras naturales como el algodón, el lino y la seda.
Candida para todas las edades
Esta infección afecta a todos los grupos de edad. En las niñas suele estar provocada por alteraciones del ecosistema intestinal. En mujeres en edad fértil puede facilitarse por las relaciones sexuales o por la toma de anticonceptivos a dosis demasiado bajas que pueden inducir cambios en el ecosistema vaginal similares a los propios de la atrofia posmenopáusica, con disminución de la acidez vaginal. Incluso el embarazo, con cambios en la PH puede ser un factor predisponente para el desarrollo y mantenimiento de la infección. Sin embargo, no suele crear problemas a la madre y al bebé porque difícilmente vuelve al útero o trompa, por lo que, aunque es muy molesto, nunca representa un problema para la futura fertilidad