La haloterapia, o terapia de sal, es un tratamiento que consiste en la exposición y absorción de partículas de cloruro de sodio para obtener beneficios en el tratamiento de enfermedades de las vías respiratorias. En muchos casos puede sustituir a la terapia farmacológica de forma absolutamente ecológica. Pero, ¿cómo funciona y para quién es? El doctor Albergo Braghiroli, neumólogo de Humanitas Mater Domini lo explica.
Los orígenes
«Tiene un origen muy antiguo: ya se conocía en la Antigua Grecia, pero su uso médico se introdujo en el siglo XIX. Son muy utilizados en la zona del Mar Muerto, donde el uso de sales es relevante tanto desde el punto de vista dermatológico como respiratorio.En general, es muy utilizado en Europa del Este, de donde provienen los principales estudios científicos y donde existen numerosas minas de sal», explica el doctor Braghiroli.
¿Haloterapia o espeleoterapia?
«Hay que distinguir entre haloterapia y espeleoterapia. El primero es una reproducción de minas de sal en cámaras en las que se introduce una solución salina más concentrada en el aire ambiente. La espeleoterapia, por otro lado, se lleva a cabo en cuevas y minas de sal de roca natural. En ellos no sólo hay cloruro de sodio (NaCl), sino también otros oligoelementos como hierro, aluminio, plata, manganeso, zinc, que desde el punto de vista inmunológico podrían ser relevantes y tienen concentraciones tan bajas que no provocan ningún daño al cuerpo. Además, el ambiente libre de contaminantes ambientales, especialmente polen, lo hace excelente en el tratamiento de enfermedades respiratorias con componente alérgico», continúa el experto.
Porque es bueno para ti
«Según algunos estudios realizados en pequeñas poblaciones, la haloterapia estimula el sistema inmunitario, en particular los linfocitos y los macrófagos, que actúan contra las bacterias. El principal beneficio, sin embargo, es aumentar la hidratación de las secreciones. Se utiliza el principio de hiperosmolaridad inducida por sal, que extrae líquido de las vías respiratorias. La mucosidad se vuelve más hidratada: un gran beneficio para quienes la tienen compacta y densa y por lo tanto difícil de expulsar. Además, la sal actúa estimulando el movimiento de los cilios, las pequeñas protuberancias de las células de las vías respiratorias, al igual que los cilios, que tienen la función de empujar la mucosidad hacia el exterior. Gracias a un pequeño músculo en la base, estas pestañas se mueven rítmicamente para llevar la mucosidad hacia arriba», dice el doctor Braghiroli.
Haloterapia: las dos caras de la moneda
«Si por un lado hidrata las secreciones, por otro puede irritar las vías respiratorias. Es beneficioso para aquellos con mucosidad impactada, como la bronquitis crónica y algunas formas de asma bronquial. Pero hay que tener cuidado ya que se puede caer en la llamada "crisis termal" , propia de los spas, que consiste en un broncoespasmo de las vías respiratorias que se cierran si se sobreestimulan. Está contraindicado para todos aquellos que presenten hiperreactividad bronquial, y hay que tener precaución en caso de patologías crónicas graves, especialmente los cardíacos”, subraya el experto.