Desde 2012, el Día Mundial de la Nieve se celebra todos los años el tercer domingo de enero.
El evento, patrocinado por la Federación Internacional de Esquí, tiene como objetivo acercar a los jóvenes a los deportes de invierno en la nieve, aún ante el declive que este tipo de actividades deportivas parecen haber sufrido en los últimos años.
Es bien sabido que los deportes de invierno pueden tener importantes beneficios para la salud, beneficios a los que -como subraya la propia Federación Internacional de Esquí- se suma el factor "asombro" que ofrece el entorno natural en el que se practican estas disciplinas.
Sin contar que, gracias al aire fresco y limpio que se respira a gran altura, hacer deporte en la nieve oxigena el cerebro y los tejidos, con los consiguientes efectos positivos en todo el organismo.
Deportes de invierno: si entrenar con frío te hace adelgazar
Ya sea un descenso con esquís, un paseo con raquetas de nieve o una sesión de marcha nórdica invernal, los deportes de invierno parecen ser un ejercicio excelente incluso para aquellos que quieren adelgazar y ponerse en forma. ¿La razón? El frío ayudaría a quemar más calorías. Al menos según lo que surgió de un estudio realizado por endocrinólogos del Centro Médico de la Universidad de Maastricht. De hecho, los investigadores han puesto de manifiesto cómo la práctica de deportes al aire libre, con bajas temperaturas, lleva a consumir más calorías que cuando se realiza la misma actividad en ambientes cálidos. Según los estudiosos, de hecho, el frío obligaría al cuerpo a quemar más calorías para mantener constante la temperatura corporal.
Desde el esquí hasta el snowboard, desde las 'raquetas de nieve' hasta el esquí de fondo, ¿cuáles son los beneficios que estos diferentes tipos de entrenamiento pueden tener sobre el cuerpo y los músculos? Con la ayuda del Dr. Alessandro Quaglia, médico ortopédico de Ortopedia Deportiva y Traumatología de Humanitas Mater Domini y Humanitas Medical Care Arese, intentamos averiguarlo.
Deportes de invierno: los beneficios del esquí
Es el deporte de invierno por excelencia, así como la disciplina perfecta para combinar fitness y diversión.
De hecho, no es necesario practicar el esquí a un nivel competitivo para aprovechar sus beneficios para el cuerpo. De hecho, con una hora de actividad en pistas se consumen unas 400 calorías, pero eso no es todo: esquiar mejora el tono muscular y la coordinación de movimientos, estimula la propiocepción y aumenta la flexibilidad corporal. Sin mencionar que la constante posición en cuclillas asumida mientras se esquía fortalece los músculos de la parte inferior del cuerpo de una manera particular, haciendo que los muslos y las nalgas estén más tonificados.
Cuidado con las lesiones
Sin embargo, frente a los muchos beneficios, no debemos olvidar que esquiar puede exponerlo al riesgo de lesiones, especialmente cuando no está bien preparado y equipado. ¿Los riesgos más comunes? Lesiones en las articulaciones de la rodilla y el hombro, pero también traumatismos en las manos y las muñecas, el cuello y la espalda.
«En la prevención de accidentes en la nieve, el tono muscular de los cuádriceps juega un papel fundamental - explica el Dr. Quaglia - una buena preparación deportiva es un importante factor de protección».
Realizar ejercicios de calentamiento antes de bajar de las pistas también puede ser una estrategia válida para limitar el riesgo de lesiones, del mismo modo que siempre es recomendable empezar por pendientes fáciles que no requieran un esfuerzo excesivo, y luego seguir adelante a rutas más exigentes.
Sin olvidar, por supuesto, que los esquiadores principiantes y sin experiencia siempre deben confiar en un instructor de esquí y asistir a clases antes de esquiar de forma independiente.«También es importante recordar llevar siempre la protección adecuada y seguir las normas de seguridad y el sentido común con respecto a uno mismo y a los demás para disfrutar del esquí con seguridad» – explica el Dr. Quaglia.
Esquí de fondo: beneficios para el corazón, los músculos y el sistema respiratorio
Para aquellos a los que no les gustan los descensos pero no quieren renunciar a un entrenamiento saludable en la nieve, la alternativa adecuada podría ser el esquí de fondo. De hecho, es una disciplina deportiva que, además de garantizar un gran bienestar mental, aporta beneficios a los sistemas cardiovascular, respiratorio y musculoesquelético.
Practicar esquí de fondo permite mejorar el tono muscular no solo de piernas y glúteos sino también de brazos, cuello y espalda, así como entrenar la coordinación de movimientos. Además, como todas las actividades prolongadas en el tiempo y que implican un esfuerzo de baja intensidad, el esquí de fondo también es eficaz para mejorar la eficiencia cardíaca, estimulando la capacidad del corazón para bombear sangre a los vasos y hacer circular los tejidos, y potenciando también la capacidad respiratoria.
También para volver a estar en forma
El El esquí de fondo también se considera un deporte perfecto para quienes quieren adelgazar ya que, combinado con una dieta sana y equilibrada, ayuda a quemar grasas. Una hora de esquí de fondo a un ritmo normal quema unas 400 calorías. Por no hablar de que la mejora de la circulación sanguínea tiene efectos beneficiosos sobre los vasos capilares y linfáticos, evitando el estancamiento de líquidos y por tanto contrarrestando la formación de celulitis.
Necesitas preparación
Incluso en el caso del esquí de fondo, sin embargo, se necesita la preparación adecuada. Correr, andar en bicicleta o nadar, durante al menos 4 horas a la semana, puede ser una actividad física preparatoria importante para entrenar el cuerpo para luego soportar el esfuerzo prolongado del esquí de fondo. ¿Las lesiones? Al ser una actividad física de ritmo lento y rápido, los accidentes son menos frecuentes que con el esquí, sin embargo pueden presentarse dolores musculares o de tendones y articulaciones, sobre todo en los primeros días de práctica y si no se está preparado adecuadamente.
Cuidado también con no dejarse engañar por la supuesta facilidad: la baja pendiente de las pistas de esquí de fondo suele hacer creer que se trata de un deporte que se puede practicar solo. En realidad, como en el esquí alpino clásico, para evitar riesgos es bueno, al menos al principio, tomar algunas lecciones y no subestimar el entrenamiento.
Deportes de invierno: el snowboard, un aliado del sistema circulatorio
En los últimos años, el snowboard ciertamente ha conquistado a muchas personas. Pero, ¿cuáles son los beneficios del snowboard en el cuerpo? En primer lugar, es una actividad que te permite mejorar el equilibrio y la percepción del cuerpo además de estimular la coordinación. No solo eso, el snowboard es una excelente alternativa al esquí también porque aporta importantes beneficios a los músculos de las piernas (glúteos, cuádriceps y pantorrillas), pero también a los abdominales y los de los brazos.
El Snowboard también ayuda a quienes quieren adelgazar, de hecho su práctica permite quemar unas 450 calorías por hora. Como todos los ejercicios cardiovasculares o aeróbicos, es un deporte útil para reducir el riesgo de enfermedades del corazón.
Snowboard y lesiones
La prudencia sin embargo, también en este caso es imprescindible. En general, las lesiones provocadas por el snowboard no afectan a las rodillas y las piernas, como en el caso del esquí, sino más a menudo a los hombros y los brazos, aunque el aspecto más peligroso lo representa el riesgo de traumatismo craneoencefálico o raquídeo, especialmente en el caso de evoluciones fallidas del tablero. También para esta disciplina, por tanto, es mejor evitar la improvisación.
Pasear con raquetas de nieve
Una excelente alternativa al esquí clásico, también se pueden utilizar las raquetas de nieve que, a diferencia de lo que se podría pensar, pueden ser un ejercicio válido para ponerse en forma y trabajar diferentes grupos musculares.
Además de las clásicas raquetas de nieve para usar con zapatos impermeables, esta práctica implica el uso de dos raquetas de nieve: por eso este tipo de caminata sobre la nieve tiene un efecto tonificante en todos los grupos musculares.
Moverse sobre la nieve, especialmente en la profunda, obliga de hecho a levantar un cierto peso con las piernas, reafirmando así los muslos y las nalgas pero también los brazos, solicitados por el uso de raquetas de nieve. Un excelente entrenamiento también para decir adiós al tocino ya que caminar con raquetas de nieve también tonifica los abdominales.
¿Calorías quemadas? Hasta 600 con una sesión de al menos una hora sobre nieve fresca.
Paseo nórdico de invierno
Winter Nordic Walking, es decir, caminar con bastones específicos que se utilizan de forma funcional, nació en Finlandia y además es un deporte que aporta muchos beneficios.
El objetivo es, de hecho, involucrar a todo el cuerpo en el movimiento: solo piense que practicando Winter Nordic Walking se pone en movimiento alrededor del 90% de los músculos.
A diferencia de las caminatas con raquetas de nieve, las raquetas de nieve deben usarse de manera funcional: de hecho, debe ejercer una cierta cantidad de fuerza sobre ellas con cada paso, creando un ángulo de 90° con los brazos.De esta manera, se empuja la parte posterior del cuerpo. En esencia, se trata de un paseo en el que los brazos empujan de forma opuesta y alternada respecto a los pies con la ayuda de unos bastones.
¿Los beneficios? Se trabajan al unísono los músculos del pecho, hombros, abdominales y brazos, pero también se mejora la postura de la espalda y se tonifican los glúteos y las piernas.
Deportes de invierno: cuándo tener cuidado
Ante tantos beneficios, ¿hay alguna condición en particular por la que no se recomienden los deportes de invierno?
«En cuanto al esquí y snowboard, hay que tener cuidado si hay problemas de inestabilidad articular o lesiones previas, como inestabilidad de rodilla o problemas previos con el ligamento cruzado anterior - explica el especialista - En cuanto a las raquetas de nieve , Winter Nordic Walking o esquí de fondo, se debe tener precaución en caso de problemas de sobrecarga, como sobreuso y daño cartilaginoso o en caso de artrosis severa o moderada.Sin embargo, estas contraindicaciones son relativas: los problemas mencionados, de hecho, no impiden necesariamente la práctica de estos deportes de invierno. El consejo es confiar siempre en la opinión de un especialista" .