El cigarrillo electrónico no sirve para dejar de fumar

El debate sobre los efectos de los cigarrillos electrónicos siempre está acalorado y continúan los estudios sobre las consecuencias de esta alternativa al tabaquismo, amada u odiada.

Cigarrillo electrónico: ¿realmente lo necesitas para dejar de fumar?

Y, entre las últimas investigaciones, se encuentra la encargada por el Departamento de Salud del Gobierno de Australia y realizada por el Centro Nacional de Epidemiología y Salud Pública del país, cuyas conclusiones son bastante claras y no muy positivas.

El estudio: la venta debe prohibirse

Según el análisis, la más amplia literatura científica producida hasta el momento sobre el tema, si quieres dejar de fumar, el cigarrillo electrónico no solo no te ayudará, sino que pondrá en grave riesgo tu salud. Por este motivo, los investigadores incluso proponen que los gobiernos prohíban su venta en todo el mundo.

La creencia de que los cigarrillos electrónicos se usan de alguna manera para dejar de fumar no está respaldada por ninguna evidencia, sino que, por el contrario, los no fumadores que intentan "vapear" por primera vez tienen tres veces más probabilidades de comenzar fumar cigarrillos tradicionales en el futuro.

Cigarrillos electrónicos: riesgos para la salud

Pero hay más: el informe también documenta que el uso prolongado del e-cig puede tener efectos significativos en la salud, especialmente en la de los jóvenes menores de 24 años, según explica el profesor de Epidemiología y Salud Pública del Australian National University, Emily Banks, quien coordinó el trabajo.

De hecho, era precisamente en ese grupo de edad donde había mayor probabilidad de intoxicaciones, quemaduras y sobre todo de desarrollar adicciones.

Quién está en contra y quién no

No todos están de acuerdo con las conclusiones del informe, por supuesto. Y no f altan las críticas al trabajo de los investigadores australianos, que se enmarcan en la línea de análisis que cuestionan con fuerza toda la positividad anunciada del cigarrillo electrónico. La misma tesis que también sostiene la OMS cuando dice que no hay evidencia científica de que el e-cig ayude a dejar de fumar.

Cada vez más jóvenes conquistados

Los consumidores de cigarrillos electrónicos, según las últimas estimaciones, se sitúan entre los 50 y los 100 millones. Y están aumentando sobre todo entre los más jóvenes, sobre todo entre los que viven en países industrializados.

También sucede en Italia donde el número de estudiantes que se convirtieron en los últimos 4 años pasó del 2,9% al 8,2%. Con un elemento adicional muy preocupante: que el 76% de los menores de 15 años son capaces de encontrarlos en el mercado, a pesar de que están prohibidos para menores de 18 años.

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