El aborto no es solo un derecho, sino que es un procedimiento y un servicio médico garantizado por la ley. Que, sin embargo, en Italia se ha convertido en una búsqueda del tesoro.
¿El aborto sigue siendo un derecho?
Esto es lo que se desprende de la encuesta "Nunca datos" dada a conocer por la Asociación Coscioni a la Cámara de Diputados.
Una investigación realizada por Chiara Lalli, profesora de Historia de la Medicina, y Sonia Montegiove, informática y periodista, y en la que se investiga el estado real de la aplicación de la ley 194 en los hospitales de todo el país.
La desalentadora investigación: solo objetores en 24 hospitales
Una fotografía que cuenta, 44 años después de su entrada en vigor, la historia de una ley constantemente boicoteada y aplicada a medias. Los resultados son desalentadores.
En 31 centros de salud en Italia, 24 hospitales y 7 consultorios, el 100 por ciento del personal, incluidos ginecólogos, anestesiólogos, enfermeras u OSS, son objetores de conciencia.
En otras 50 estructuras, los objetores superan el 90 por ciento. Y hay más de 80 de ellos con una tasa de objeción de más del 80 por ciento. Una realidad mucho más grave, subraya la Asociación Coscioni, que la descrita en el Informe anual sobre el estado de implementación de la Ley 194. Informe que el Ministerio de Salud envía al Parlamento todos los años, pero que contiene datos cerrados y agregados por Región.
Aborto: ley 194 mal aplicada o incluso ignorada
«Tener un panorama claro del estado de salud de la ley 194 sobre interrupción voluntaria del embarazo (IVG), lamentablemente no es fácil. Precisamente porque no tenemos datos actualizados y detallados», declaró Filomena Gallo, abogada y Secretaria Nacional de la Asociación Luca Coscioni.
«Sin embargo, una cosa está muy clara. La Ley 194 sigue siendo mal aplicada o incluso ignorada en muchas zonas de nuestro país. Por ello, solicitamos de manera urgente al Ministro de Salud Roberto Speranza y a la Ministra de Justicia Marta Cartabia que los datos sobre la aplicación de la ley 194 estén en un formato abierto, de calidad, actualizado y no agregado.
Pero también que se sabe cuántos no objetores realizan IVG y operadores que los realizan después del primer trimestre. Entonces que todas las regiones realmente ofrezcan la posibilidad de realizar GIV farmacológica de forma ambulatoria. Y, por último, que se incluya en la LEA (niveles esenciales de asistencia ed) un indicador representativo de la posibilidad efectiva de acceder a IVG en cada región.