Bañarse es un arte que en invierno se convierte en un ritual: cuando llueve (o mejor aún, nieva) afuera, qué más agradable es dejarse llevar en una tina de agua tibia y espumosa, entre luces tenues algunas perfumadas velas?
Un ritual, pero también un lujo y luego, una moda: el baño se ha convertido en uno de los mejores platós Instagram-friendly. Recientemente, el neoyorquino hablaba de la "Era del Bathfluence" , un acrónimo entre las palabras baño e influencer que dice mucho de cómo la bañera se ha convertido en el objeto más fotogénico para lucir en Instagram.
Baño en la tina, las reglas para la verdadera relajación
Se suman Celebridades, listas para ser fotografiadas en la bañera, sumergidas en nubes de espuma blanca, como Emily Ratajkowsky, Kendall Jenner, Mariah Carey, Liz Hurley.
Pero si hay quienes como Lady Gaga lo utilizan como remedio post-concierto, hay quienes en cambio, como Poppy Delevingne, prefieren publicar triunfalmente su hermosa bañera como un nuevo objeto de deseo que por fin ha llegado cierto.
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Para Gwyneth P altrow, el baño es el momento más hermoso del día, el cual le encanta darse el gusto todas las noches antes de irse a la cama, a menudo contándolo en las redes sociales. ¿Podría ser por eso que su línea de sales de baño se encuentra entre las más vendidas en Estados Unidos?
Secretos para el baño perfecto: tiempo
El primer ingrediente imprescindible para un ritual de baño ad hoc es el tiempo. Labra un momento en el que sepas que no puedes ser molestado, es el elemento esencial para obtener la máxima relajación.
La temperatura
El agua debe tener una temperatura de 37 grados para estar caliente, pero no demasiado caliente. Lo ideal después del gimnasio o en caso de tensión y contracturas es un baño en sales de Epsom (que se encuentra en la fitoterapia): basta con añadir uno o dos vasos de sales de magnesio al agua del baño y permanecer sumergido durante al menos 20 minutos.
Los ingredientes adecuados para poner en el agua
Deborah Hanekamp, que en Nueva York es conocida como una auténtica gurú de la belleza del ritual del baño, ha escrito un libro de "recetas" con las que enriquecer el agua de la bañera:
” Leche de avena, açaí en polvo, 3 tazas de sal, amatista y cristales de cuarzo ahumado, pachulí, lavanda, aceites esenciales de melisa” para acompañar un verdadero ritual hecho de buceo, ojos entrecerrados y respiración. Y el más clásico de los baños se convierte así en un rito ancestral.
