Leche, el ingrediente de belleza apto para todo tipo de pieles

Plinio el Viejo decía de la leche que "borra las arrugas y mantiene la blancura de la piel" . Características bien conocidas en el pasado lejano. Se dice que hasta Cleopatra se bañaba en leche de burra todos los días. Más de 2000 años después, este ingrediente ha resistido el paso del tiempo y ha sido redescubierto en el cuidado de la piel gracias a sus propiedades nutritivas y su textura envolvente.

Leche, las propiedades de belleza a conocer

La leche no solo es un alimento adecuado para fortalecer los huesos gracias a su abundante aporte de calcio. El mundo cosmético lo está redescubriendo, tanto de origen animal como vegetal, porque es muy rico en propiedades nutritivas y regeneradoras, ideal para todo tipo de pieles.

También es un gran exfoliante. El mérito es del ácido láctico que contiene, un ácido AHA, que elimina todas las impurezas de la superficie epidérmica estimulando la renovación celular.

Una acción que realiza de forma muy delicada en comparación con otros hidroxiácidos, por ejemplo los ácidos glicólico o salicílico, sin causar irritación.

Leche de burra o de almendras: para cada piel la suya

Diferentes tipos de leche se utilizan en cosmética. Los de almendra y burro, más difíciles de encontrar, son perfectos en pieles maduras. El primero es antioxidante y nutritivo, incorpora vitamina E y grasas insaturadas, fundamentales para recuperar el tono de la piel.

La leche de burra, en cambio, tiene una acción antiarrugas gracias a una mezcla de vitaminas, de la A a la E, omega 3 y 6, minerales y aminoácidos.

Leche de arroz para pieles impuras, leche de avena para pieles sensibles

La leche de arroz está recomendada para purificar las pieles grasas. Contiene potasio que ayuda a secar el exceso de sebo pero también a combatir la aparición de imperfecciones y puntos negros.

La leche de soja también ejerce una acción similar: astringente natural, cura las espinillas y el acné, y alivia las erupciones cutáneas provocadas por el estrés.

La leche de avena, obtenida extrayéndola de la semilla del cereal, se utiliza especialmente en el cuidado de la piel y el cabello por sus propiedades calmantes. De hecho, su composición -vitaminas E y grupo B, oligoelementos y ácido fólico- lo hace adecuado no solo para el cuidado de la piel sino sobre todo para elevar el nivel de tolerabilidad cutánea.

La la leche de vaca también juega un papel fundamental en la cosmética. Siempre utilizado para dar alivio a la piel irritada, tiene una formulación rica en ingredientes nutritivos. Además, cuenta con virtudes aclarantes sobre las imperfecciones y la decoloración de la piel.

Las texturas también son lechosas

Pero la leche gusta no solo por sus propiedades sino también por su consistencia. De hecho, cada vez hay más productos con texturas lechosas. Hay dos razones.

Al ser fácilmente absorbidos, transmiten los ingredientes activos de las fórmulas para el cuidado de la piel muy bien, de manera rápida y profunda, lo que los hace particularmente efectivos.

También son muy sensoriales, agradables, confortables, envolventes. En resumen, ¡un verdadero abrazo!

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