Placer femenino y regalos de Navidad

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Hablando de regalos, hay una película que se ha estado rodando en los cines. Se trata de una señora de mediana edad, viuda desde hace tres años, con un historial de intolerancia, que llama a un gigoló a una habitación de hotel y decide darse el gusto de algo que nunca ha experimentado: un orgasmo.

La película en Italia se llama El placer es todo mío y muestra en el cartel a la espléndida actriz, Emma Thompson, en la cama con el válido coprotagonista Daryl McCormack.

La clave de la película está en el manifiesto que la señora Nancy Stokes le declara al niño desde el principio: «Reivindico mi derecho al placer».Y se insiste mucho en este punto, soñando que el sexo pagado se convierta en un servicio público, prestado por personas que libremente quieren prestarlo a los de su especie, que de otro modo no encontrarían satisfacción por las más variadas razones.

Si estás pensando que esta es una forma nueva y elegante de legitimar la prostitución sin irritar a las feministas y moralistas (y feministas moralistas), lo tienes un poco.

Pero todo esto corre el riesgo de distraerlo del punto principal, que ni siquiera son disputas trilladas sobre la legitimidad de las relaciones entre personas de edades muy diferentes. Te complacerá saber que la película pasa por alto este tema y no se detiene en ninguna implicación sentimental del encuentro.

Entonces el tema, dirás, es el derecho al sexo en la vejez. Si tambien. En un momento dado, el cuerpo de la protagonista se revela frente a un espejo sin "filtros" , planteándose el problema de agradar a uno mismo antes que a los demás.Sentí temblar a todo el público femenino durante esta escena, atravesado por algo que no me pareció vergüenza, sino algo parecido a la desesperación.

Pero el punto es otro, y lamentablemente la película lo elude en el mismo momento en que propone, a quienes como Nancy, la solución "fácil" del sexo de pago. Una especie de bonito regalo de Navidad. Y es así como la película no logra sondear lo que todavía induce a las mujeres a fingir a lo largo de su vida un placer que no sienten y al que deberían tener derecho. “¿En qué piensan las amigas cuando se besan?” cantó Alicia. Sí, ¿qué están pensando? Que tengas una Feliz Navidad.

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