Amor, el omnicomprensivo y "salvífico" o ante todo el hacia uno mismo, basado en saber aceptarse tal cual es para luego amar al otro? Es sobre esta cuestión, y sobre estos dos conceptos opuestos del "amor" que la verdad es que no te gusta lo suficiente de Marta Perego, autora, periodista y presentadora de televisión, escrito junto a la psicóloga y psicoterapeuta Valeria Locati, aka Un psicólogo en la ciudad. Un libro, ya disponible y publicado por Vallardi, nacido de una decepción sentimental personal y que pretende ser no solo reconfortante sino sobre todo alentador.
Cuando una ruptura genera dudas
¿Cómo surgió la idea de La verdad es que no te gustas lo suficiente? «Nació de mi experiencia personal, luego de ser abandonada por mi pareja a los 35 años, me dije: ¿es posible que me deba sentir tan vacía de valor por culpa de una relación? Empecé a estudiar, a leer libros sobre el amor, a reflexionar sobre la relación entre la idea que tenemos y lo que vivimos. Es casi un viaje de conocimiento y cuestionamiento de una serie de estereotipos que damos por sentados sobre el amor romántico y que muchas veces nos arruinan la vida», explica Marta Perego, periodista y autora del ensayo.
Punto de partida es la idea del "final feliz" con el que muchas veces hemos crecido y que inevitablemente condiciona nuestra visión del amor: «Cada uno de nosotros es el narrador de su propia historia, influido por la educación recibida sino también de las películas vistas y los libros leídos. Los que crecimos como yo entre Titanic -una historia de amor perfecto- y las comedias románticas de los 90, es normal haber desarrollado una idea del amor basada en el concepto de “salvación”.Estamos convencidos de que el amor nos salva y que es el único paso a la felicidad. Pero no es así, el amor no salva, si acaso, el amor acompaña. Pero esto se aprende con el tiempo», explica Perego.
«En sí misma la idea de un final positivo no es negativa, pensar que una historia puede durar para siempre no está mal. Pero combinado con la educación y la sociedad que impone la conformidad, puede convertirse en una trampa. De hecho, cada uno de nosotros tiene la responsabilidad y la libertad de poder crear su propio espacio, de trabajar psicológicamente nuestra idea personal del amor para no tener que volverlo inmutable e inalcanzable», explica la psicóloga Valeria Locati.
El miedo a estar solo lleva a historias de amor que no siempre son satisfactorias
Y no siempre las historias sentimentales edificantes también pueden basarse en imposiciones sociales. “La soledad sigue dando mucho miedo también porque muchas veces uno tiene una idea equivocada de la propia soledad, viéndola siempre como algo negativo y triste, como una carencia.En realidad, en la soledad podemos crecer, podemos conocernos. No está vacío sino lleno de intereses, de cosas por hacer, de ideas e incluso de amor, quizás en formas distintas al amor de "pareja" » explica Marta Perego.
Sin embargo, también hay que recalcar que muchas veces no se trata de personas equivocadas, como señala la psicóloga, sino que es la interpretación que cada uno le da a la historia de amor la que la hace más o menos positiva. «Además de la soledad, cuando nos separamos hay un cambio en nosotros mismos. Las mujeres y los hombres que no quieren soltar a sus parejas temen perder una parte de sí mismos, que ya no puedan sentirse así, que ya no se conozcan en esa zona de confort. Perder al otro es siempre perder una parte importante de uno mismo», explica la psicoterapeuta.
Por eso, según explican ambos, para “gustarse lo suficiente” y por tanto intentar vivir la vida en pareja con más serenidad, hay que partir de uno mismo «Después de un camino de autoconocimiento y de propias características relacionales, afectivas, familiares, por fin se puede aspirar a la libertad», explica Locati. «Con una salvedad, eso sí: deja de pensar en complacer siempre a los demás», añade Marta Perego.
Amor y nuevas generaciones
¿Y cómo afrontan el amor las nuevas generaciones? ¿Me gusta más la idea del "final feliz" ? «Sin duda crecieron con modelos diferentes en comparación con las generaciones anteriores, son mucho más independientes y decididos y, por lo tanto, se sienten más satisfechos. Sin embargo, existe el reverso de la medalla. Como demuestra la investigación que he relatado en el libro, un exceso de individualismo conduce a un aumento de la desconfianza en las relaciones», explica el autor.
No es casualidad que en los últimos tiempos se hable de solipsista, concepto que significa "soy autosuficiente" . En otras palabras, la tendencia opuesta se ha producido en las generaciones más jóvenes, que ya no aspiran al amor romántico sino que redescubren un sentido de la pareja y del otro hacia el individualismo excesivo. Evidentemente, a esto se suma siempre y en todo caso la presión social.Todo esto tiene sus raíces en las generaciones anteriores que los educaron, lo que aún nos lleva a pensar en el fracaso si no se logran las metas en treinta años. El encuentro entre las posibilidades de hoy y las rigideces e influencias de las familias de origen con sus mitos sobre la pareja debe, por tanto, ser supervisado y promovido» concluye la psicoterapeuta.
¿A quién está dedicado este libro? « A los que están confundidos, desilusionados en el amor, en la duda, en proceso de redefinición. Lo escribí principalmente para mí del pasado, porque cuando me encontré sin sentido ni propósito en lugar del clásico "muerto un papa hace otro" me hubiera gustado que alguien me dijera "tú vales por lo que eres no por lo que que mides en base al amor del otro”» concluye Marta Perego.