Perros y gatos en el Palacio Madama, la hipótesis de Biancofiore

Perros y gatos en el Palazzo Madama. El presidente Ignazio La Russa ha abierto una investigación a petición de Michaela Biancofiore. De hecho, el senador está llevando a cabo una batalla para que las mascotas sean posibles en el Senado.

Perros y gatos en el Palazzo Madama, trabajando en la hipótesis de Biancofiore

Esta es una modificación del reglamento de Palazzo Madama. Una vez que la solicitud ha llegado al colegio de senadores y cuestores, es necesaria, por lo tanto, una investigación por parte de los funcionarios del Senado (que ha estado en curso durante unos veinte días) y luego la aprobación del Consejo Presidencial.

Se solicita que perros y gatos puedan ser admitidos en los despachos de los senadores y empleados que los soliciten (no a la Cámara), con la relativa asunción de responsabilidad por escrito.

«Es inaceptable que las mascotas puedan entrar en todos lados menos en las oficinas de quienes redactan las leyes, incluida la reforma que incluyó la protección de los animales en la Constitución», la opinión de Biancofiore quien, lamentablemente, a menudo tiene que ausentarse toda la tarde de Palazzo Madama para cuidar a su perro, Puggy, el querido pug de diez años que forma parte de su familia.

Michaela Biancofiore y Puggy el pug

«Mi angelito», como lo cuenta en Instagram. "Un bálsamo para el corazón que desearía para todos" . Quién sabe si la buena noticia para el senador, líder del grupo de los Moderados, no llegará el 22 de junio. El último viernes de junio es el Día Mundial del Perro de Oficina.

«Realmente me gustaría saber a quién podría importarle si mi ahora anciano Puggy, mientras trabajo en la oficina en las facturas de las personas, y obviamente no en la sala del tribunal, se queda en una caseta de perro a mi lado. Cualquiera que quiera impedir que las mascotas, que ahora son parte de nuestra familia, tengan acceso a los lugares de trabajo, restaurantes, hoteles, playas, está fuera de este mundo y no tiene corazón porque para muchos ciudadanos son el único afecto en una sociedad a veces árida. ".

La respuesta: «Un perro sí, mi hija no»

En Twitter, las reservas de la diputada de la Liga Norte Laura Ravetto. “Me parece realmente curioso (eufemismo) que estemos aquí discutiendo dejar entrar perros y gatos al Parlamento –escribe– y yo, como madre, no puedo dejar entrar a mi hija de 5 años si por casualidad la niñera está enferma o no puede" .

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