Algunos expertos la llaman una "segunda pubertad" debido a los cambios que experimenta la piel: la premenopausia, también llamada perimenopausia, caracteriza en promedio los cinco a diez años antes de la menopausia real. Un período durante el cual el cuerpo, junto con la psique, comienza a cambiar. El foco está en la piel.
Premenopausia, los cambios hormonales también afectan a la piel
Durante la premenopausia, que generalmente ocurre alrededor de los 45 años, los niveles hormonales comienzan a cambiar con consecuencias para todo el cuerpo. En particular, durante este período el nivel de estrógeno comienza a descender a diferencia de la testosterona y los andrógenos.«El equilibrio hormonal logrado a lo largo de los años comienza a cambiar y esto tiene un fuerte impacto no solo en la energía y el metabolismo sino también en las funciones epidérmicas», explica Elisabetta Sorbellini, dermatóloga de Studio Sorbellini.
Porque es una “segunda adolescencia”
Este nuevo equilibrio tiene consecuencias especialmente en la piel que, además de volverse más sensible, también puede ser objeto de acné debido a un aumento en la presencia de glándulas sebáceas debido al nuevo equilibrio hormonal. Por eso, algunos expertos se refieren a este período como una "segunda adolescencia" .
«En esta etapa de la vida la dermis comienza a adelgazarse y encogerse de manera importante. Esta situación tiene diferentes consecuencias. La fragilidad también puede afectar a los capilares. Especialmente en mujeres que siempre los han tenido particularmente visibles» explica el Dr. Sorbellini.
El papel fundamental de los estrógenos en la premenopausia
Un cambio que se hace cada vez más evidente a medida que nos acercamos a la verdadera menopausia: la lenta pero constante f alta de estrógenos que lamentablemente acelera el proceso de envejecimiento de la piel. De hecho, los estrógenos son hormonas esenciales porque estimulan la producción de elastina y colágeno.
Estos dos elementos son esenciales para mantener la piel joven: el primero es considerado el andamiaje epidérmico ya que "sostiene" la estructura; el colágeno, en cambio, se encuentra en medio de esta estructura y tiene la función de mantener la piel compacta y tersa.
Alrededor de los cuarenta años, su producción comienza a ralentizarse, en torno al -1% anual, motivo por el cual aparece la primera flacidez en la piel.
El tratamiento adecuado para la perimenopausia: hidratación y reequilibrio
¿Cómo actuar entonces? «Cambiando la rutina diaria y eligiendo una verdaderamente específica. Los productos a preferir deben mantener la piel trófica, elástica y tonificada, el nuevo cuidado debe ser hidratante, nutritivo si es necesario y reequilibrante" .
Los limpiadores faciales pueden tener dos tipos diferentes de formulación: en primer lugar, no agresiva pero, por el contrario, suavizante con ingredientes emolientes y nutritivos en su interior, por lo tanto, ideal para pieles normales pero también secas y sensibles. En casos de acné, sin embargo, son adecuadas las texturas de lipogel, que eliminan profundamente el exceso de sebo.
«La aplicación de la crema facial con SPF50 es fundamental. Durante la perimenopausia, precisamente por su particular sensibilidad, la piel tiende a estar más sujeta a la aparición de manchas solares, por lo que siempre es necesaria una protección adecuada. Y si vives en la ciudad, mejor preferirla con agentes anti-smog». Agrega cafeína a tu rutina nocturna para estimular la microcirculación alrededor de los ojos.
¿Y el resto del cuerpo?
«Los receptores de hormonas están presentes en todo el cuerpo, por lo que es toda la piel la que cambia.En particular, las zonas más propensas son las del pecho y la parte superior de la espalda. Una vez más, se produce más adelgazamiento. No sólo el cuidado de la piel del rostro, por tanto: los exfoliantes y las cremas corporales hidratantes y nutritivas también son imprescindibles, total body. ¡Todo el año!».
