Dormir: cómo y cuánto entrenar para dormir bien – iO Donna

Dormir bien para vivir mejor. Sin embargo, en Italia, el insomnio y la pérdida del sueño nocturno afectan hasta a 12 millones de personas, 7 millones de italianos sufren apnea obstructiva del sueño (AOS) y 2500 pacientes están siendo tratados por narcolepsia. A estos datos ya muy preocupantes se suma el número de casos estimados y no diagnosticados: alrededor de 27 mil. El 17 de marzo se celebra el Día Mundial del Sueño, día que nos recuerda cómo dormir bien puede afectar a la calidad de vida y a la forma física.

Sueño y hormonas

Desde un punto de vista biológico, de hecho, el sueño profundo ayuda al cuerpo a quemar calorías gracias a la producción de leptina, una hormona que acelera la pérdida de peso, ya que disminuye la sensación de hambre y aumenta el gasto energético, favoreciendo por lo tanto la reducción de peso y masa grasa.Por el contrario, dormir poco y mal aumenta la producción de grelina, otra hormona que juega un papel clave, ya que regula el hambre y determina el deseo de alimentos calóricos y azucarados. Entonces, ¿cómo mejorar la calidad del sueño y alcanzar el peso deseado?

Entrenamiento: moderado y constante

«El ejercicio moderado, practicado 3 días a la semana, desintoxica el organismo, activando un mecanismo antiestrés que nos permite hacer las paces con Morfeo y por tanto con la balanza. Por eso, un plan de entrenamiento moderado y constante es la acción ganadora para mejorar la calidad del sueño, especialmente entre quienes tienen problemas para conciliar el sueño o dormir toda la noche. El entrenamiento, por tanto, no debe ser físicamente agotador ni demasiado prolongado: un simple paseo al aire libre durante un tiempo razonable puede ser suficiente para conciliar el sueño y descansar bien. También es importante elegir una actividad física que te guste y que por tanto te permita practicarla de forma serena, sin ansiedades ni estrés que afecten al sueño», explica Federica Accio, la entrenadora antipersonal creadora de @Informaconfede.

No a los excesos

«Advertencia: el entrenamiento y el esfuerzo físico exagerados interfieren negativamente en el sueño, ya que generan un aumento de las hormonas del estrés que, a su vez, dificultan conciliar el sueño o dormir toda la noche. Aquellos que practican mucho deporte durante mucho tiempo y padecen trastornos del sueño deben necesariamente revisar su entrenamiento. También porque podría desencadenar un círculo vicioso en el que la f alta de sueño o la mala calidad del sueño afecten a la regeneración del organismo (por ejemplo, el aumento de la masa muscular), lo que reduce el progreso del entrenamiento, aumenta el riesgo de lesiones y afecta al estado de ánimo», advierte. el experto.

No tarde en la noche

«Para influir positivamente en el sueño a través del deporte, se recomienda evitar la actividad física intensa a última hora de la tarde, ya que aumenta los niveles de adrenalina en la sangre, que luego disminuyen gradualmente.Por eso, la actividad física es desaconsejable antes de acostarse, y debe realizarse dentro de las dos horas previas al descanso y sin excesos», continúa Accio.

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