Trentino, un viaje a través de obras maestras del arte y la naturaleza

Paso a paso, respira hondo, escucha los latidos de tu corazón y ajusta tu ritmo. En la montaña, como sabemos, es importante alinear bien las capacidades físicas con la orografía del territorio, para afrontar sin preocupaciones las subidas y bajadas por las innumerables rutas peatonales-ciclistas que perfilan los lienzos emocionales de las zonas montañosas. Y esta es la estación perfecta para caminar, andar en bicicleta, pero también para llenarse de belleza escénica, donde la nariz y los ojos son los fieles aliados de las piernas para una inmersión sensorial en los olores-colores de las flores primaverales espontáneas y en la postal. -como panoramas.

Senderismo y ciclismo en Trentino

Es fácil jugar en Trentino, esta región tiene un "registro contable" para hacer que tu cabeza dé vueltas, con 1165 senderos para un total de 5843 kilómetros y 297 lagos, 257 de los cuales son de origen glaciar, solo por nombrar algunos. Un área que condensa y abarca estos múltiples aspectos es el Valle di Primiero en la parte más oriental. Un valle que es también un ejemplo de resiliencia trentina. Sí, porque esta zona fue tocada a finales de octubre de 2018 por la terrible tormenta Vaia que masacró abetos (14 millones de árboles dañados en Trentino, Véneto, Lombardía, Friuli), tirándolos al suelo como gigantescas varas de Shanghai. A partir de aquel desastre natural con la retirada de árboles caídos en las antiguas zonas boscosas, se abrirán nuevos caminos y ciclovías.

El majestuoso complejo del Pale di San Martino, el grupo montañoso más grande de los Dolomitas incorporado en el Parque Natural Paneveggio-Pale di San Martino, actúa como un mirador de piedra sobre todo el valle.Las Pale son las estrellas de la zona, soberbias montañas que se pavonean con paredes verticales, afilados pináculos, picos que rozan los tres mil metros de altura, que revelan un carácter altivo pero que se sonrojan como adolescentes al atardecer (y al amanecer) cuando el el sol las ilumina con todos los tonos de rosa y rojo gracias al fenómeno de la enrosadira, generado por la composición de la roca dolomita.

Descalzos en el parque

La primera parada es San Martino di Castrozza, el centro urbano más importante a una altitud de 1.450 metros en el Parque Natural Paneveggio-Pale di San Martino. Desde el animado pueblo, no f altan oportunidades para practicar actividades al aire libre, incluso alternativas. Un ejemplo de ello son los tres senderos -de 3,2, 4, 6,3 kilómetros- dedicados al Sendero Descalzo, es decir, la práctica de caminar descalzo en silencio (sanmartino.com/IT/barefoot). Parece imposible en la montaña, pero esta es una forma cada vez más popular de conectarse con la naturaleza, tanto es así que nació la Academia de Pies Descalzos – Il Silenzio dei Passi, la primera escuela de caminar descalzo en Italia fundada por el escritor trentino Andrea Bianchi, con Más de 40.000 seguidores en Facebook.

Siempre desde San Martino, tomando el camino Panzer, cerca del refugio Tognola a 2.200 metros de altitud –al que también se puede llegar en teleférico– un corto paseo conduce al Balcón sobre los Dolomitas, un punto panorámico con paneles didácticos sobre la geomorfología de las montañas circundantes. Desde aquí, la vista se extiende sobre el inevitable Pale di San Martino, pero también sobre los picos de Alpe Tognola, la cadena Lagorai y la Marmolada. Los más entrenados prueban suerte en el Palaronda Trek: dura tres días y se duerme en albergues. Salida y llegada desde San Martino di Castrozza, una caminata de altura inmersa en una belleza por conquistar: el último tramo implica siete horas de caminata y un ascenso de 1.100 metros.

Pajaritos y arroyos en concierto

Más al norte, hacia la zona de Passo Rolle (1.984 metros) caracterizada por el perfil de Cimon della Pala (3.186 metros), es un placer pasear por la íntima Val Venegia, cuyo silencio es roto por bramidos y cencerros de las vacas que pastan, del agua s altando sobre las piedras en los arroyos, del canto de los pájaros.El Tour delle Malghe se desarrolla desde estos parajes, un itinerario circular de dificultad media, con cuatro recorridos diferentes. Estas rutas, además de la sugerencia de los panoramas, combinan el placer del paladar: en las cabañas Juribello, Venegiota, Venegia (abiertas de junio a septiembre) puede recuperar energías degustando las especialidades locales. La Baita Segantini, a 2.200 metros de altitud, es también una parada obligada para los senderistas hambrientos de paisajes de cuento y buena comida.

Moviéndose hacia el sur hacia Fiera di Primiero, la naturaleza es "versátil" cerca del pueblo de Transacqua. Aquí se abren los Navoi Wellness Gardens – Belvedere Enrica Gardens, un parque de bienestar atravesado por senderos Kneipp, Acquaerapy y Salute con aparatos de gimnasia y una plataforma para practicar yoga. Un oasis perfecto también para descansar mientras se admira el panorama del Pale. También vale la pena detenerse en los antiguos pueblos de Transacqua, Tonadico, Sirór o Mezzano, también conocidos por sus montones de madera: algunos se han convertido en instalaciones de arte.

También vale la pena ver el pequeño Museo P-Quiì en el Palazzo delle Miniere en Fiera di Primiero. Inaugurado en julio de 2020, cuenta la historia de Primiero en 14 salas con instalaciones realizadas con la madera de los árboles quebrados por el huracán Vaia que "fundió" el cercano Val Canali. Aunque accidentado, este valle merece ser redescubierto para admirar las ruinas de Castel Pietra y visitar Villa Welsperg, antigua residencia noble (hoy sede administrativa del Parque) desde donde comienza el fácil sendero temático Muse Fedaie, que se puede recorrer a pie o en bicicleta. bicicleta: un plan circular que serpentea cerca del lago Welsperg, que refleja el vano Pale di San Martino. Un encanto.

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