La hora del baño, como la de la ducha, es un auténtico ritual de belleza. Con los productos adecuados, te permite sentirte como si estuvieras en un spa incluso en casa. Los antiguos ya apreciaban sus beneficios: Cleopatra, por ejemplo, pasó a la historia por sus famosos baños en leche de burra. Mientras que los romanos fueron de los primeros en reconocer los beneficios del termalismo. Hoy, en nuestras casas, sí al relax, quizás con la mirada puesta en la sostenibilidad.
Baño y ducha: dos rituales cada vez más sostenibles
El objetivo es contaminar cada vez menos las aguas residuales. Por eso, incluso uno de los pasos fundamentales para un agradable baño o ducha relajante, los exfoliantes, se han vuelto más dulces.
«En su interior, los microplásticos han sido sustituidos por partículas exfoliantes derivadas de sal, azúcar, cáscaras y huesos de frutas, café y rocas volcánicas», explica Santo Raffaele Mercuri, jefe de la Unidad de Dermatología del IRCCS Hospital San Raffaele de Milán.
Lo mismo ocurre con el baño de burbujas y el gel de ducha. Melvita, por ejemplo, ha creado tres fórmulas “suaves”: gel de ducha, leche limpiadora para rostro y cuerpo y agua micelar, con más del 99 % de ingredientes de origen natural.
«Nuestro amor por lo esencial nos inspiró para crear este nuevo trío de productos – comenta Didier Thevenin, Melvita Brand Advocate -. Nuestro equipo de I+D analizó, clasificó, descompuso, limpió y perfeccionó las fórmulas. Objetivo: mantener un mínimo de ingredientes para ofrecer la máxima naturalidad. Resultado: el imprescindible para el baño delicado, chispeante, fresco, enriquecido con aloe vera orgánico y ultradelicado para todo tipo de pieles pero también para el planeta».
Adidas también ha lanzado una gama de productos corporales con fórmulas 98% veganas y biodegradables. Se llama Active Skin & Mind e incluye desodorantes, geles de ducha y jabones sólidos que actúan como un sistema de soporte activo, ayudando a los atletas a preparar su piel antes de la actividad física y refrescar y reequilibrar los sentidos después de un entrenamiento. Todo ello con una mezcla de glicerol y ácido hialurónico que por un lado favorecen la rápida recuperación de la hidratación de la piel y por otro estimulan o relajan la mente y los músculos con aceites esenciales.
Baño: un verdadero momento de relajación pero no sin reglas
La delicadeza de las nuevas fórmulas de limpieza corporal no debe, sin embargo, frustrarse con hábitos incorrectos en la bañera.
Remojarse durante horas no es bueno para ti. «El baño es un auténtico ritual calmante, sobre todo si se enriquece con unas gotas de aceite esencial, pero tenga cuidado de no prolongarlo más de 20 minutos - explica Corinna Rigoni, presidenta de Donne Dermatologhe Italia - y de mantener la temperatura del agua en torno a los 37 grados para no relajar demasiado los tejidos, resecar la piel y bajar la presión arterial».
El baño también estimula más la renovación celular que la ducha. «El vapor que suelta el agua caliente favorece la vasodilatación, abre los poros de la piel y además es bueno para las vías respiratorias», continúa la experta. ¡Siempre, sin embargo, sin exagerar! «Mejor, de hecho, no bañarse más de dos veces por semana».
¿El momento ideal del día? Por la noche y con el estómago vacío, quizás antes de la cena. «Si realmente prefieres hacerlo por la mañana, mejor terminarlo con una ducha fría para no sentir demasiado cansancio en las horas inmediatamente posteriores», concluye el experto.
Baño y ducha: las esponjas adecuadas
Durante la ducha y el baño, puedes aprovechar el efecto sauna debido al vapor de agua para masajear la piel con un exfoliante o esponja con cerdas naturales, como el cáñamo y el sisal, con el fin de eliminar las impurezas y células de la piel queratinizadas (es decir, "muertas" ).
En caso de pieles sensibles, en su lugar, preferir aceite o leche de baño. Por otro lado, se deben evitar los limpiadores en espuma que deshidratan la barrera cutánea.
Después del ritual, los poros del rostro quedan más dilatados y se puede proceder con una mascarilla de arcilla para purificarlos en profundidad.
Mientras sobre el cuerpo aún húmedo se pueden aplicar aceites y cremas capaces de retener la hidratación. Entre los principios activos a buscar en el INCI: extractos de oliva, aguacate y germen de trigo.