Deficiencia de hierro: los alimentos en los que hay que centrarse

Entre los tipos de anemia, la deficiencia de hierro es sin duda el más común. Según la Organización Mundial de la Salud, más de mil millones de personas padecen deficiencia de hierro y alrededor de 700 millones están anémicas.

El término anemia ferropénica –del griego síderos=hierro y penìa=pobreza– indica en realidad una condición caracterizada por una cantidad reducida de hierro, un mineral tan preciado para la salud que, aunque parezca extraño, nuestra cuerpo incluye alrededor de 4 gramos, comparable a una moneda de 0,05 centavos.

El hierro es un componente clave de la hemoglobina, una proteína que se encuentra dentro de los glóbulos rojos y que ayuda a transportar el oxígeno de los pulmones a las células.

Si los niveles de hierro descienden, por tanto, la consecuencia puede ser un menor aporte de oxígeno en sangre pero también una alteración de numerosos procesos metabólicos con repercusiones en el bienestar general del organismo. Según la Organización Mundial de la Salud, se debe considerar establecida la anemia férrica cuando los valores de hemoglobina en sangre son inferiores a 12 gramos por decilitro (g/dL) en mujeres y 13,4 g/dL en hombres.

Deficiencia de hierro: las causas

Las causas de la deficiencia de hierro en el organismo pueden ser múltiples, tanto de carácter patológico, es decir, determinado por enfermedades, como de carácter fisiológico, es decir, dependiente de una serie de condiciones normales que, sin embargo, pueden conducir a una mayor "consumo" de hierro del organismo como, por ejemplo, el ciclo menstrual, el embarazo, la lactancia o la infancia.

Sea cual sea el origen, los síntomas de la deficiencia de hierro pueden ser muy molestos.

Del cansancio al dolor de cabeza: síntomas de la deficiencia de hierro

«Los síntomas típicos de la deficiencia de hierro son diversos e incluyen fatiga crónica, irritabilidad, insomnio, vértigo, mareos y dolores de cabeza - explica la Dra. Chiara Boscaro, bióloga nutricionista de los Institutos Clínicos Zucchi y el Instituto Clínico San Siro - no solo que: la palidez, la piel apagada y las uñas y el cabello quebradizos también pueden denotar esta condición. De hecho, el hierro participa en varios procesos metabólicos" .

Sensibilidad al frío

¿El aumento de la sensibilidad al frío también puede ser un signo de deficiencia de hierro?

«Digamos que la deficiencia de hierro también puede causar trastornos circulatorios que afectan las terminaciones nerviosas –explica el experto–, por lo que puede ocurrir que la f alta de este mineral provoque frío en manos y pies».

El análisis de sangre

Para diagnosticar la anemia, bastan simples análisis de sangre: con el hematocrito es posible entender si la hemoglobina está por debajo de los valores normales, o si hay una capacidad reducida de la sangre para transportar el oxígeno en la cantidad adecuada en los diferentes tejidos.

Los parámetros a evaluar con análisis de sangre son sobre todo tres: la sideremia, que indica el hierro que circula en la sangre, la ferritina que indica el stock de hierro, principalmente en el hígado, y la transferrina, o proteína que transporta el hierro en la sangre.

Qué importante es la nutrición

Incluso una dieta desequilibrada en la que no haya alimentos que garanticen una ingesta adecuada de hierro puede provocar anemia. Es por ello que la nutrición es un aspecto crucial sobre el que es posible intervenir con vistas a la prevención.

«El problema puede ser tanto una baja ingesta de hierro a través de la dieta -explica el Dr. Boscaro- como una mala absorción de hierro por parte del organismo, quizás también debido a enfermedades intestinales crónicas como la enfermedad de Crohn, la celiaquía o la irritabilidad Síndrome intestinal" .

Deficiencia de hierro: alimentos favoritos

«Lo importante, también desde el punto de vista de la prevención, es llevar una alimentación variada y equilibrada -continúa la nutricionista- sin caer en el error de pensar que solo la carne roja es rica en hierro. De hecho, es necesario distinguir el hierro hemo, es decir, presente en los alimentos de origen animal, que es el más disponible, del hierro no hemo, que es en cambio el presente en las plantas y se absorbe en menor medida”.

Los alimentos ricos en hierro hemo son el hígado, las vísceras en general, carnes como ternera, res, cerdo, caballo, pavo y pollo. Eso sí, recordando siempre no exagerar con este tipo de alimentos ya que, como decíamos, no sólo la carne es fuente de hierro. Por ejemplo, tendemos a subestimarlo, pero el hierro también está presente en los pescados: en particular, crustáceos, moluscos, truchas, atunes y pescados azules como las anchoas y las sardinas.

Hierro no hemo: ¿dónde está?

«En cuanto al hierro no hemo, las verduras de hoja verde como la lechuga, las hojas de ensalada en general y la remolacha son ricas en él -explica el Dr. Boscaro- pero también los frutos secos como las nueces, las avellanas y las almendras . Una fuente valiosa son sobre todo las legumbres, incluidos los frijoles, las lentejas, los garbanzos y la soja, y luego los cereales integrales, especialmente el trigo, la avena y el mijo" .

Cómo ayudar a la absorción de hierro

Si es útil conocer los alimentos ricos en hierro, es igualmente importante prestar atención a las combinaciones correctas.

«Para aumentar la absorción de hierro, sin embargo, es fundamental combinar alimentos ricos en él con alimentos que contengan vitamina C - subraya la nutricionista - Un consejo entonces podría ser añadir jugo de limón a las carnes y verduras pero también elija frutas como guarnición, como naranja, kiwi, grosellas y uvas, y verduras, como pimientos, repollo, brócoli y tomates, ricas en vitamina C».

Deficiencia de hierro: alimentos a evitar

«Entre estos quesos y lácteos en general –explica el Dr. Boscaro– pero también el café, el té, el chocolate y el vino: de hecho, son alimentos ricos en taninos, que inhiben la absorción del hierro».

Suplementos: ¿cuándo son útiles?

¿Cómo entender finalmente si puede ser necesario tomar suplementos?

«Ciertamente cuando hay una cronicidad en la anemia –concluye el experto–, si una vez integrada la dieta, al cabo de un par de meses, los niveles de hierro se han mantenido iguales, significa que es necesario investigar la causa. En ese caso el médico puede valorar la suplementación con hierro durante 2 o 3 meses en ciclos, especialmente en forma liposomal, enriquecido con ácido ascórbico (Vitamina C) que puede ser de gran ayuda”.

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