Agua termal, cuál elegir y cómo usarla en belleza

El agua termal es uno de los ingredientes cosméticos más antiguos. Ya en el siglo V aC, Hipócrates fue el primero en hablar de sus beneficios. Hoy la tendencia continúa y el agua termal es cada vez más protagonista de la "biocosmética mineral" , utilizada pura o mezclada con otros principios activos.

Agua termal, aliada de belleza en verano

El agua termal fluye desde las profundidades de la tierra a través de las grietas de la roca. Durante el largo viaje, su temperatura aumenta 1°C cada 33 metros, llegando incluso a los 100°C. Es así como se enriquece con todos sus componentes como sales minerales y oligoelementos.

Hay diferentes tipos porque cada agua termal tiene su propia composición única.

Los beneficios se pueden aprovechar de dos formas: con crenoterapia interna, es decir bebiéndola, o con crenoterapia externa, con tratamientos que van desde la balneoterapia hasta fangos y cuevas para la inhalación.

Cada agua termal tiene su propia función

El agua termal se clasifica según su composición y propiedades.

Entre las más difundidas en Italia, las aguas sulfurosas ejercen una acción exfoliante y antiseborreica, eficaz sobre las pieles grasas y acnéicas. Además de azufre, contienen plancton termal, vitaminas y sustancias nitrogenadas que estimulan la renovación celular.

Luego están las aguas termales de sal-bromo-yodo que cuentan con una acción drenante. El sodio, el bromo y el yodo tienen un efecto revitalizante, vasoprotector y drenante linfático, ideal para combatir la celulitis y reactivar la microcirculación local.

La presencia de bicarbonato caracteriza finalmente las aguas bicarbonato-cálcicas, indicadas para tratar la dermatitis atópica o la psoriasis, pero también para reequilibrar el pH de las pieles grasas y con tendencia acnéica con eficacia desintoxicante.

Cómo utilizar las aguas termales

Su acción calmante ayuda a reducir las rojeces de las pieles con tendencia acneica pero también las quemaduras, irritaciones y erupciones provocadas por el sol, la depilación o la exfoliación.

Pueden sustituir a los tónicos gracias a sus propiedades regeneradoras, mientras que los elementos hidratantes reducen la sequedad de la piel. Además, aplicados en el rostro por la mañana y por la noche después de la limpieza, eliminan la cal del agua de la casa de la piel y aportan luminosidad a la epidermis.

Excelente incluso después del deporte: los numerosos minerales presentes ayudan a la piel a reponer las sales perdidas durante la actividad. Por último, pero no menos importante, algunos consejos contra el verano: para un efecto refrescante instantáneo, ¡guárdelos en el refrigerador!

La propina adicional

Apto para todo tipo de pieles, desde las más reactivas hasta las normales, el agua termal pura en formato spray debe pulverizarse a unos 15-20 cm del rostro y nunca debe secarse sino dejarse evaporar. Solo así sus componentes penetrarán en la piel.

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