San Valentín se acerca y si los planes para la noche incluyen una cena romántica, presta atención a la comida en la mesa. Porque si es cierto que unos son tentadores y se entregan al eros, otros bajan por completo la libido. Estos incluyen quesos, legumbres, salchichas y, algo inesperado, agua tónica. Pero no son los únicos.
San Valentín y comida: la comida chatarra y las dietas estrictas reducen la libido
La manifestación de dos necesidades primarias, la alimentación y el sexo, están estrechamente relacionadas entre sí, lo que subraya la conexión entre el Día de San Valentín y la comida. Y no es sólo una forma de decir: «Ambos están co-localizados a nivel neurobiológico.El deseo de comer ciertos alimentos y el deseo sexual siguen la misma vía neurológica, es decir, la dopaminérgica, a la que pertenece la dopamina: el neurotransmisor que media el placer», explica la Dra. Chiara Ciavarella, nutricionista de la plataforma líder en Italia Miodottore.
Este doble hilo se manifiesta no solo en un sentido positivo, estimulando el deseo, sino también negativamente. De hecho, una dieta incorrecta, por ejemplo particularmente rica en azúcares, comida chatarra y alimentos industriales, tiende a alimentar un estado de inflamación y estrés oxidativo. “Son dos factores que, a su vez, pueden desencadenar alteraciones en el equilibrio glucémico y hormonal, con los consiguientes trastornos de carácter sexual, como la disfunción eréctil y la sequedad vaginal”, explica la experta.
Pero ten cuidado, porque incluso un régimen particularmente restrictivo es perjudicial para el sexo.Las deficiencias en proteínas, omega 3 y ácidos grasos, pero también en vitaminas B y minerales como el zinc tienen repercusiones en la libido femenina y la fertilidad de las mujeres. “Del mismo modo, la alimentación también incide en las funciones sexuales del hombre y una correcta ingesta de vitamina C, vitamina E, zinc y selenio ayuda a regular los niveles de testosterona, aumentando la capacidad reproductiva y el deseo sexual masculino”.
Los siete alimentos enemigos de tu vida sexual
Por ello, si hay alimentos amigos de la vida sexual, otros, entre ellos la comida y la bebida, son declarados enemigos:
1.Papas fritas
«Tienen un alto índice glucémico lo que provoca una producción de energía inmediata seguida de cansancio y somnolencia. Además, al ser ricas en grasas saturadas y sal, pueden producir vasoconstricción y, por tanto, empeorar los problemas sexuales”.
2. Queso en general
«Debido a su larga digestión, se requiere un mayor flujo sanguíneo al intestino, ralentizando así la respuesta sexual fisiológica».
3. Würster y carne procesada
«Por su alto contenido calórico y grasas saturadas, alteran los niveles de colesterol y reducen la circulación a los órganos sexuales, dificultando el mantenimiento de la excitación», explica la doctora.
4. Legumbres
Su digestión es particularmente lenta, explica la experta, no es casualidad que se pueda experimentar una molesta sensación de pesadez e hinchazón gastrointestinal que puede volverlos menos reactivos a los estímulos eróticos.
5. Menta y regaliz
Sorprendentemente, estos dos ingredientes también aparecen. Algunos estudios muestran que el mentol puede reducir los niveles de testosterona tanto en hombres como en mujeres, lo que reduce su libido. Del mismo modo, se produce una disminución del deseo incluso con un consumo elevado de regaliz que tiene como efectos secundarios un aumento de la presión arterial y una reducción de los niveles de potasio.
6. Agua Tónica
Sorpresa también para la tónica, que no es amiga de los momentos románticos: «Además de provocar una molesta hinchazón, la quinina, que es la responsable del típico sabor amargo de la bebida, puede bajar temporalmente los niveles de testosterona y el número de espermatozoides" .
7. Chocolate con leche
Debido a que la concentración de azúcar supera el 50%, provoca picos glucémicos potencialmente dañinos: «Por eso sería mejor terminar la cena a la luz de las velas con chocolate negro: rico en L-triptófano, el precursor de la serotonina, es capaz de combatir el estrés y la ansiedad»
