Las máscaras nos protegen
Máscaras y calor, que hacer.
Y es precisamente en este tema en el que se ha centrado el estudio Cómo vivir con el calor en la era Covid del Instituto de Bioeconomía del Consejo Nacional de Investigaciones (Cnr) de Florencia, publicado en Science of the total environment: cómo integrar el uso de equipos de protección personal (Dpi) y la gestión de los efectos negativos del calor en los seres humanos.
La herramienta, nacida en el del proyecto "Heat-Shield", es una medida personalizada de "estrés por calor", integrado “con asesoramiento conductual”, características ambientales y físicas, actividades realizadas, ropa y protecciones utilizadas. Se analiza así la interacción entre las medidas para contrarrestar la propagación de Covid-19 y la gestión del calor.
Las cirugías se toleran mejor, pero …
«La población, para combatir el coronavirus, debe utilizar mascarillas y guantes de plástico o látex, especialmente si se dedica a determinadas actividades laborales donde no es posible garantizar el distanciamiento social - declara Marco Morabito de la Cnr - Sin embargo, estos dispositivos no nacieron para un uso masivo y prolongado en exteriores, en particular en la exposición a la luz solar y no se prueban desde un punto de vista microclimático ».
Para ello, añade, "queremos estudiar los efectos de todas las máscaras previsto por decretos gubernamentales: sabemos, por ejemplo, que los procedimientos quirúrgicos son los más tolerados, mientras que en las llamadas máscaras comunitarias, es decir, las autoproducidas en materiales multicapa, los datos aún son escasos ».
Riesgo de calor individual: realice la prueba en línea
Entonces, ¿qué hacer para superar el impacto del calor, amplificado por las máscaras y en algunos casos también por el uso de guantes? Uno puede medir el estrés personal que uno encuentra: "El sistema de advertencia de calor personalizado para trabajadores - explica Morabito - es una herramienta ya disponible online en la plataforma del proyecto "Heat-Shield", lo que permite, en base a las características físicas, el tipo de actividad, la vestimenta usada y el ambiente de exhibición, para predecir un riesgo de calor 'individual', complementado con sugerencias para contrarrestar la situación, como hidratación y pausas laborales ».
Se trata, prosigue, de "información útil para salvaguardar la salud de los trabajadores y asegurar la productividad de diversas áreas profesionales".
Se desarrollará una versión más avanzada del dispositivo dentro de Worklimate, un proyecto italiano iniciado el 15 de junio, coordinado por el CNR y financiado por Inail, en el que, a través del análisis de estudios de casos en diversos campos ocupacionales Se mejorará el sistema de alerta de calor personalizado., ambos con mejor resolución espacial y temporal y teniendo en cuenta el uso de equipos de protección individual.