Cabello: caspa, seborrea y sequedad, los remedios

La La caída no es el único problema del cabello: la caspa, el cuero cabelludo seco o graso con picazón e irritación relacionadas son problemas que no deben subestimarse. Esto requiere una rutina adecuada que trate el cuero cabelludo y sus necesidades específicas.

Los signos de “malestar” capilar

Un cuero cabelludo saludable produce la cantidad adecuada de sebo, que es esencial para lubricar el cabello y mantenerlo brillante, elástico y fuerte. Sin embargo, cuando la producción es excesiva o menor, el cabello comienza a tener problemas de opacidad, untuosidad y pesadez, hasta la aparición de la caspa.

«El cuero cabelludo tiene una verdadera barrera, al igual que la piel, por lo que sufre todas las numerosas agresiones externas, desde la contaminación hasta los rayos UV, desde los cambios de temperatura hasta el sol, el viento y la lluvia. Por no hablar del uso de productos inadecuados y factores extremadamente personales como un alto nivel de estrés, cambios hormonales, posibles enfermedades. Todo esto afecta negativamente al cabello» explica Coralie Ortega, Scientific Valorization Manager Yves Rocher.

¿Las consecuencias? «Un cuero cabelludo problemático, dañado superficialmente y que provoca irritación temporal».

1) Seborrea, la producción excesiva de sebo

Cuando el cuero cabelludo sobreproduce sebo, el cabello se vuelve graso y se ve graso y opaco: se llama seborrea, y puede ser causada por la contaminación, el estrés y la mala alimentación. Dos pasos que pueden ayudar.

«El primer paso es exfoliar y purificar.Si tienes cabello normal o cabello que engorda rápidamente, puedes hacer un tratamiento pre-champú, desintoxicando el cuero cabelludo para eliminar las impurezas. Ya este paso comienza a aclarar el cabello. Luego continuamos con una mascarilla purificante por todo el cuero cabelludo» explica la experta.

Siguiente paso el champú que, como explica la Dra. Ortega, debe ser reequilibrante para la piel y el manto hidrolipídico. Un truco para el cabello graso: «Nunca masajees la cabeza con demasiada fuerza, de lo contrario se estimula aún más la producción de sebo».

2) Caspa, el problema más común del cabello

Es uno de los problemas más comunes y quizás el que genera más vergüenza. Alteración muy típica del cabello masculino, en realidad también puede darse en el cabello femenino y en ocasiones se acompaña de picor. Incluso en el caso de la caspa, las causas se encuentran en el estrés, el desequilibrio hormonal, una dieta desequilibrada y una rutina de belleza equivocada.

«Hay dos tipos de caspa. La piel seca es causada por una producción excesiva de sebo y un problema en la regeneración celular del cuero cabelludo. Parece un polvo blanco cerca de las raíces del cabello normal o seco sin caer sobre los hombros» explica la experta.

«La caspa grasa, por otro lado, es causada por la irritación de Malassezia furfur, un microorganismo presente de forma natural en la superficie de la piel, o por daño a la producción de sebo. En este caso, la caspa está en pequeñas escamas que pueden caer sobre los hombros" .

¿Cómo tratar la caspa?

Es necesario reequilibrar la superficie del cuero cabelludo con un champú anticaspa para masajear suavemente.

«También son útiles las lociones anticaspa post limpieza que, aplicadas diariamente sobre la piel, previenen la sequedad, reestructuran y reequilibran para atajar el problema».

3) Cuero cabelludo seco

El cabello seco, inelástico y débil, quebradizo en los largos y con las puntas abiertas, se debe a una producción insuficiente de sebo.

Las causas pueden ser múltiples: normalmente si se produce a finales de verano es consecuencia de una exposición excesiva al sol y al viento. En otros casos, la predisposición genética puede jugar un papel, por lo que el cuero cabelludo es particularmente sensible y está sujeto a picazón y descamación. Incluso una dieta baja en hierro y proteínas puede tener un efecto.

¿Cuáles son los remedios? En primer lugar, debes elegir un champú reestructurante y evitar lavarte el cabello a diario, que ya de por sí es frágil y delicado.

Además, durante la fase de secado, no se debe utilizar aire demasiado caliente para no deshidratar aún más el cabello. Es muy útil introducir en tu rutina capilar el uso de aceites naturales, como el aceite de argán o el de ricino, cuya textura oleosa ayuda a contrarrestar la sequedad.

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