Cosmética y deporte, la rutina de belleza de las deportistas

Las temperaturas no aguantan: los deportistas se ponen el chándal incluso en invierno y están preparados para salir a la calle incluso bajo cero. Por otro lado, como han demostrado muchas encuestas y estudios realizados durante el confinamiento, la relación entre los italianos y el deporte se ha vuelto muy fuerte, una verdadera válvula de escape.

Pero entre viento, posible nieve y lluvia, ¿cómo defenderse de las trampas del invierno? La cosmética y el deporte van de la mano, entre complementos (siempre es mejor para protegerse de las enfermedades estacionales), cremas faciales ricas y altamente hidratantes y protectores solares, tienes donde elegir.

Cosmética y deporte en invierno, productos que ayudan

Si en verano hay ganas de frescor, en invierno el foco está en el confort y la protección. Especialmente para los que practican deporte al aire libre y, sobre todo, en la ciudad:. el smog, las impurezas y las toxinas se depositan en la piel y en el cabello.

La manteca de karité, el árnica, las sales minerales, las vitaminas, especialmente la C, son los imprescindibles de esta rutina. Porque el secreto cuando sales a correr o incluso si haces yoga en el parque es siempre la protección. Con las bajas temperaturas, y luego con el sudor, la piel necesita un cuidado extra.

Es decir, las cremas faciales deben ser nutritivas e hidratantes, con una textura consistente y rica, pero sobre todo deben absorberse rápidamente. No solo eso, deben actuar como activadores de la hidratación. En concreto, deben activar la hidratación epidérmica normal y ser como reservorios que actúan en profundidad para no perder los beneficios con la transpiración.

Altamente tolerables por todas las pieles, no deben crear irritación y rojeces al actuar con el pH ácido del propio sudor sino crear protección contra las bajas temperaturas.

Cuidado con la protección solar, siempre incluso en invierno

Las bajas temperaturas no significan que no haya sol. De lo contrario. Para quienes practican deportes en la montaña, pero no solo allí, la protección solar es fundamental.

Como afirma la asociación de Farmacéuticos Preparatorios, la solar siempre es necesaria: basta pensar que la nieve refleja el 82% de los rayos, la arena el 17%, el agua el 5% y hasta la hierba y el cemento ponen los suyos, ambos con 3 % Sin mencionar que incluso cuando está nublado, alrededor del 98 % de los rayos atraviesan las nubes.

A esto se suma el estrés oxidativo dado por los radicales libres y el esfuerzo físico. Por ello, los protectores solares deben estar formulados con texturas ultraligeras pero sobre todo que protejan no solo del daño solar sino también del envejecimiento, y estar diseñados para resistir el sudor.

El suplemento que marca la diferencia

Para combatir el estrés oxidativo y fortalecer el sistema inmunológico, los suplementos pueden marcar la diferencia.

En el primer caso, de hecho, el smog, la contaminación, el sol y, por lo tanto, el estrés oxidativo provocan la producción de radicales libres que aceleran el proceso de envejecimiento. Los dos ingredientes que hay que buscar son las vitaminas C y E: ambas tienen la función de proteger contra los daños del estrés oxidativo pero también de potenciar la producción de colágeno, para contrarrestar el envejecimiento epidérmico.

Las vitaminas B12 y D también son útiles: aumentan las defensas del sistema inmunitario, puesto a prueba en invierno por las bajas temperaturas.

Por último, la B6, que junto con el ácido fólico ayuda a combatir el cansancio y la fatiga.

Articulos interesantes...