En San Valentín, para consolidar el vínculo de pareja, ¿por qué no entrenar juntos? Un entrenamiento con su pareja es la mejor manera de combinar negocios con placer: mantenerse en forma y pasar más tiempo de calidad con su ser querido. Numerosos estudios demuestran que practicar deporte con un compañero, o un compañero, multiplica los beneficios para el cuerpo y la mente. Entonces, ¿por qué no empezar ahora?
San Valentín: entrenar juntos es mejor
Hay quienes prefieren hacer deporte solos para mantener el ritmo y la concentración. Eso sí, si tu nivel de entrenamiento es muy superior, o inferior al de tu pareja, será difícil seguirle el ritmo.Si, por el contrario, ambos miembros de la pareja están entrenados, hacer actividad física juntos será muy divertido y motivador y aumentará su rendimiento general. “Entrenar en pareja es una gran excusa para entablar una sana competencia. Ninguno de los dos querrá quedarse atrás durante el entrenamiento, por lo que se creará un impulso adicional que ayudará a ambos a avanzar y alcanzar nuevas metas», explica Jill Cooper, gurú del fitness y creadora de numerosos métodos de entrenamiento exitosos.
Salir de la zona de confort
Aunque es importante aprovechar al máximo tu entrenamiento, también lo es divertirte. Hacer ejercicio solo puede volverse aburrido. En compañía de un compañero, en cambio, puedes compartir tanto los buenos como los difíciles momentos con una sonrisa en la cara. Además, combinar el entrenamiento con un poco de charla y bromas lo hará aún más divertido.«Tener a tu lado a alguien que te anime y te repita que puedes hacerlo te dará más apoyo y te empujará a ambos a aprender cosas nuevas, salir de tu zona de confort y superar tus límites», continúa la experta.
Motivar y monitorear
«A veces, todo lo que necesitas es un poco de estímulo para completar la última repetición, correr un poco más rápido o aguantar un minuto más. Para luego disfrutar de los elogios de la pareja que dice: "Bien hecho" , "Choca los cinco" o tal vez palmaditas en la espalda. Un compañero de entrenamiento te ayuda a esforzarte más, seguir adelante y mejorar aún más. También puede monitorearnos: si entrenamos al aire libre, en ausencia de espejos, será difícil observarnos y controlar cada movimiento. Nuestra pareja, en cambio, también será capaz de hacer esto: controlar el movimiento y quizás aconsejarnos mantener la espalda recta o flexionar un poco más las rodillas», sugiere Jill Cooper.
Contraseña: constancia
«No puedes esperar entrenar una vez a la semana y mantenerte en forma. Es fundamental ser constante. Mejor poco ya menudo que demasiado una vez a la semana. Sobre todo para los que encuentran mil excusas para no ir al gimnasio, entrenar en pareja ayuda a que el entrenamiento sea un hábito saludable e incluirlo en la rutina diaria», aconseja la experta. Y, por último, pero no menos importante, entrenar con tu pareja mejora la comprensión de la pareja.