Dormir y descansar, los siete tipos y problemas del sueño - iO Donna

Dieta, ejercicio y sueño son los tres pilares de una vida sana. Omita uno y se perderá el equilibrio. Y en el último período cada vez son más las personas que experimentan un desequilibrio por la f alta de sueño: al covid también se ha sumado el estrés, el insomnio y diversas dolencias con todas sus consecuencias, entre ellas un estilo de vida diferente al de muchas personas que trastocó su ritmo circadiano. . Sin embargo, el sueño y el descanso son fundamentales, como también afirmó Jennifer Aniston en una reciente entrevista con People en la que confesó que sufre desde hace años problemas de insomnio y sonambulismo, que se han agravado en los últimos años.Un grave problema que involucra no solo el "simple" sueño sino toda la vida de la persona.

Dormir y descansar no es lo mismo

Dormir y volver a casarse no son exactamente sinónimos. También puedes dormir las ocho horas recomendadas pero sin descansar realmente. «La académica estadounidense Saundra D alton Smith, internista e investigadora, ha realizado un estudio según el cual existen siete tipos de descanso, muy diferentes al concepto de sueño y sus fases durante la noche», explica Beatrice Casoni, psiquiatra y directora médica Clínica Neurocare de Bolonia.

Por lo tanto, el problema es que los trastornos del sueño surgen cuando no hay un equilibrio entre estos siete tipos.

Siete tipos de descanso, del físico al creativo

El primer tipo de descanso es el físico, el más clásico: para un adulto significa dormir de 7 a 9 horas para regenerarse por completo; el segundo tipo es el mental, hacer pausas durante el trabajo, ralentizar el ritmo, ayuda a recargar las pilas de la mente para que pueda continuar mejor.Luego sigue el descanso sensorial «que puede obtenerse alejándose del exceso de estímulos a los que estamos sometidos todos los días, en particular debido a los dispositivos electrónicos. Mientras que el descanso creativo presupone concentrarnos en las bellezas que nos rodean, ya sean las que nos regala la naturaleza, el arte o lo que más nos gusta”.

El Descanso Emocional, por el contrario, es garantizar rienda suelta a tus emociones, no ocultarlas ni tenerlas bajo control constante sino dejarlas fluir libremente. El sexto es el descanso social, tomarse un respiro de las personas que nos rodean: familia, amigos, compañeros, aunque son buenos para nuestra vida, necesitan energía que se agota en un momento determinado. “Finalmente está el descanso espiritual, es decir, dedicarnos a actividades que nos permitan cultivar nuestra dimensión espiritual. Ya sean actividades relacionadas con la religión o con cualquier tipo de fe, desde la política hasta el deporte o el voluntariado, dedicarnos a ellas nos permite redefinir prioridades y sentir que pertenecemos a algo”.

La f alta de equilibrio provoca problemas para dormir

Cuando no hay equilibrio entre estos siete tipos, hay problemas de trastornos del sueño, que se han incrementado tras la pandemia. «El Covid19 ha representado la primera causa de malestar psíquico como consecuencia tanto del trauma al que hemos sido sometidos como de las alteraciones en los hábitos diarios que imponen las medidas restrictivas. Pensemos, por ejemplo, en la imposibilidad de realizar actividad física regular o caminar al aire libre, en la mayor cantidad de tiempo que se pasa frente a dispositivos de luz azul como tabletas, teléfonos inteligentes y PC debido al trabajo inteligente o por motivos de ocio. Desgraciadamente muchos de estos "malos hábitos" han entrado en nuestra vida cotidiana yendo a amplificar o desencadenar el insomnio porque alteran los ritmos circadianos», explica la experta.

Un problema que también ha planteado Jennifer Aniston: en una reciente entrevista con People, la actriz aseguró que siempre ha tenido dificultades para dormir, con frecuentes episodios de insomnio y sonambulismo, problema que se ha incrementado en los últimos dos años. «El insomnio también se presenta de diferentes formas: inicial cuando tienes dificultad para conciliar el sueño, terminal con despertares tempranos o caracterizado por despertares frecuentes durante la noche.Todo se reduce a una sensación de f alta de descanso, somnolencia diurna, f alta de concentración y cambios de humor" .

Sonambulismo, un trastorno benigno

El insomnio, sin embargo, es solo uno de los trastornos del sueño. A esto se suma, por ejemplo, el sonambulismo que pertenece a las parasomnias y que, como apunta el experto, «generalmente se da en niños y se resuelve a los 20 años pero el 1% de los casos lo sigue padeciendo incluso en la edad adulta. Es un trastorno del despertar en el que las partes frontal y prefrontal que se encargan de él continúan durmiendo mientras que algunas áreas del cerebro, en particular el área motora, se despiertan durante la noche. Es un fenómeno que ocurre durante el sueño profundo, cuando el sujeto se levanta y realiza acciones que habitualmente realiza durante el día”.

Cabe señalar que no existe una terapia específica para el sonambulismo, ya que se considera un trastorno benigno.

Cuídate del sonambulismo

Como explica el experto, al haberse realizado pruebas médicas que excluyen patologías como los trastornos del movimiento nocturno o formas de epilepsia nocturna, el sonambulismo no es curable. Se pueden tomar tratamientos farmacológicos que estabilizan el sueño o podría ser muy útil realizar un curso de psicoterapia cognitivo-conductual «en particular TCC del sueño. Es importante establecer una rutina correcta y eliminar los malos hábitos que provocan el trastorno. Cabe señalar que tanto los tratamientos farmacológicos como la psicoterapia pueden ayudar a mejorar cualquier trastorno psíquico que pueda producir una alteración de los ritmos circadianos como los trastornos del estado de ánimo, los trastornos de ansiedad u otros problemas similares”.

En los últimos años también han surgido nuevas técnicas no farmacológicas que facilitan el restablecimiento de una buena calidad del sueño favoreciendo así la relajación como el neurofeedback: «Es un tratamiento no farmacológico, no invasivo e indoloro que se realiza a través de un software con el objetivo de entrenar al cerebro, gracias a la ayuda de un experto, a regular sus propios ritmos.Con este proceso de aprendizaje gradual, el paciente aprende a regular la actividad disfuncional mejorando los síntomas de diversos trastornos, incluidos los trastornos del sueño», concluye el experto.

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