Manchas solares, las reglas para prevenirlas

Pequeñas y planas, las manchas solares aparecen en la piel después de una exposición prolongada y excesiva al sol. Generalmente son causados por una alteración de la melanogénesis, la síntesis de melanina, aumentada por la radiación UV.

¿Las zonas más afectadas? Primero la cara, pero también los hombros y los brazos. Es posible prevenirlos, especialmente si sigues cinco buenas reglas al comienzo de la temporada.

Manchas solares: por qué aparecen y cómo solucionarlas

El "capital solar" es la resistencia natural de la piel al sol: es esa especie de temporizador endógeno que te permite exponerte a los rayos del sol sin sufrir daños, hasta cierto límite.Lo cual no es infinito: depende principalmente del tipo de piel, pero también de la latitud de la tierra y la consiguiente intensidad de los rayos del sol.

Una vez superada la capacidad máxima de autoprotección, comienzan a aparecer los primeros daños en la piel, principalmente rojeces y manchas. Los procesos de envejecimiento prematuro que se inician en la dermis no son inmediatamente visibles, pero siguen actuando.

Las manchas solares suelen aparecer en las zonas más expuestas del rostro como pómulos, nariz, frente, mentón y labio superior.

Cómo prevenir las manchas solares

Algunas pieles, especialmente las más claras, son más propensas a la aparición de manchas. También hay que tener en cuenta que, a partir de los 40 años, el envejecimiento epidérmico debilita todas las epidermis, haciéndolas más sujetas al daño solar.

Prevenir las discromías y las manchas solares es posible en cualquier caso, gracias a unos buenos hábitos y al uso de los productos adecuados.

1. Usa siempre bloqueador solar

Con demasiada frecuencia, el uso de la energía solar se relega por error al mar. En realidad, la protección debe aplicarse durante todo el año, incluso cuando está nublado y con bajas temperaturas.

En verano es mejor preferir un SPF50 para aplicar varias veces al día, especialmente si sudas mucho o practicas deportes acuáticos. Mejor aún si las formulaciones contienen ingredientes antienvejecimiento, nutritivos e hidratantes para mantener la piel constantemente protegida.

Protege también el rostro con un SPF más alto que el del cuerpo, ya que es una zona más sensible y aún más expuesta.

2. Nada de sol en las horas de más calor o si tomas drogas

En la latitud italiana, las horas centrales de 12 a 16, es recomendable evitar la exposición al sol: este es el momento en que el sol está en su cenit y emite alrededor del 70% de la radiación dañina para la piel.

También tenga cuidado con la exposición si toma medicamentos, especialmente píldoras anticonceptivas, que pueden causar fotosensibilidad en la piel y disminuir las defensas epidérmicas naturales al sol.

3. La hidratación es fundamental, también gracias a las frutas y verduras

La piel fotoexpuesta debe estar constantemente hidratada y nutrida precisamente porque la pérdida de líquidos es mayor debido al calor. Y la hidratación está asegurada no solo con una correcta rutina de cuidado de la piel sino también con unos hábitos alimenticios saludables.

Para fortalecer el sistema de defensa natural frente al sol es importante no solo beber la canónica dos litros de agua al día sino también elegir alimentos ricos en vitaminas y elementos antioxidantes. ¿Cual? Zanahoria, salmón, calabaza, nueces, tomates y todas las verduras de hoja verde que garantizan la cantidad justa de líquidos.

4. No al perfume en la playa

Evite el perfume en la playa: el alcohol contenido en la fórmula puede, de hecho, sensibilizar la piel a los rayos UV, facilitando la aparición de manchas e incluso desencadenar reacciones alérgicas.

5. Cuidado con la depilación

Todos los tratamientos como la fotodepilación o las sesiones de láser para la depilación definitiva deben posponerse hasta el invierno. Pero también presta atención a la clásica depilación, que debes evitar si vas a la playa inmediatamente después. De hecho, estos tratamientos sensibilizan la piel, reduciendo su nivel natural de protección.

Un discurso que también se aplica a la inversa: la exposición prolongada al sol hace que el cuerpo almacene calor, haciendo que la epidermis sea más sensible a todo tipo de depilación, incluso a la simple depilación. Por eso es mejor evitar correr a la esteticista tan pronto como regreses a la ciudad y esperar unas semanas.

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