39% de los higienistas dentales creen que la higiene bucal de los niños se ha deteriorado en los últimos dos años. Esto es lo que surge de una investigación de Key-Stone para Curasept. ¿Culpa de la pandemia? No solo. En el banquillo, higiene no constante, uso incorrecto de herramientas químicas y mecánicas y consumo abundante de alimentos azucarados y alimentos cariogénicos. Covid también ha cobrado su precio, reduciendo el recurso al dentista.
Higiene bucal infantil: cómo mejorarla
Las vacaciones de verano pueden ser la oportunidad adecuada para hacer las cosas. En un momento en que los niños están menos presionados por compromisos, horarios y plazos, pueden adquirir nuevos hábitos sin estrés y nunca más abandonarlos.
Frutas y verduras de verano, amigas de los dientes
Los alimentos ricos en azúcares, ya sabes, son malos para los dientes porque las bacterias responsables de las caries se alimentan de azúcares. Pero aunque la fruta es azucarada en general, las no ácidas como la sandía, el melón, el melocotón y el albaricoque se consideran acariogénicas y se pueden consumir con tranquilidad. Igualmente, las verduras crujientes (por ejemplo, la zanahoria y la pimienta) son excelentes para quitar el hambre, pero también los frutos secos, el yogur y la leche.
¿Higiene bucal infantil? Un juego
A partir de las herramientas, la higiene bucal infantil puede convertirse en un juego: el cepillo y la pasta de dientes pueden ser elegidos por el propio niño (obviamente, dirigiéndolos a los adecuados para su edad). Coloridos, en un gusto amado, pueden ayudar.
Higiene bucal infantil, 3 trucos infalibles
Entre los trucos que puedes adoptar para que la limpieza dure lo necesario, combínalo con una canción de dos minutos. ¡Hasta que termines, cepilla!
También puede ser útil colgar una pizarra de colores en el baño: el pequeño podrá marcar y dibujar cada vez que haya completado la "misión de los dientes" (dos veces al día durante dos minutos). Y al final de, por ejemplo, un mes completo, recibirá una justa recompensa por sus esfuerzos.
Por último, nada funciona mejor con los pequeños que dar un buen ejemplo y cepillarse los dientes junto con sus padres.
¿Cuándo empezar?
Se recomienda limpiar las mucosas del bebé incluso antes de que aparezcan los primeros dientes, después de la lactancia. Simplemente use una gasa estéril envuelta alrededor del dedo para pasar suavemente sobre las encías del bebé.
Desde la aparición del primer diente, alrededor de los 6-8 meses, los padres deben utilizar un cepillo de dientes de tamaño especial con cerdas muy suaves y una cantidad mínima de pasta dental con flúor (tanto como un grano de arroz).
Para controlar el dolor causado por el nacimiento de los dientes, existen mordedores y geles especiales que dan alivio, además en este caso deben ser sin azúcar, preferiblemente con ingredientes naturales.
A partir de los 3 años, pueden hacerlo solos
A partir de los 3 años se puede aumentar la cantidad de pasta dental hasta llegar a la dosis máxima (tanto como un guisante). Los niños pueden lavarse los dientes por sí mismos (por la mañana, después del desayuno y antes de acostarse, durante al menos dos minutos), con cepillos de dientes específicos para niños de 3 a 6 años, pero la supervisión de un adulto es útil. Puede ser útil sugerirle que haga pequeños movimientos circulares. Cuando el padre está cepillando los dientes del niño, es recomendable que el niño descanse la cabeza y use buena iluminación. También es importante cepillar los márgenes entre el diente y la encía, inclinando el cepillo unos 45°.
¿La primera visita al dentista? Debe hacerse alrededor de los 18/24 meses.
A partir de los 5 años, como los grandes
Por lo general, alrededor de los 5 o 6 años, la destreza manual es suficiente para aprender a cepillarse desde la encía hasta el diente. Cuando el niño es capaz de escupir, se puede introducir el enjuague bucal. Seguido de hilo dental según lo sugerido por el dentista.
¿Qué pasta de dientes para la higiene bucal infantil?
A partir de los seis meses de edad, las Directrices Nacionales para la Promoción de la Salud Bucal recomiendan el uso de pastas dentales que contengan al menos 1000 ppm de flúor y con una RDA (Relative Dentin Abrasivity) baja, inferior a 30, para para no dañar el esm alte, que protege los dientes de los agentes cariogénicos.