Israel Galván: la furia de El Amor Brujo y La Sacre du Printemps - iO Mujer

Espectáculo una noche en el Teatro della Pergola de Florencia para ver a Israel Galván, durante 47 años (es decir, desde que tenía 3) lidiando con el flamenco, primero aprendido de sus padres y luego deconstruido a su antojo. Pues bien, esa noche en el teatro sucede que cierta idea del baile típico de España cambia de repente, adquiere connotaciones disruptivas, tanto que quedarse sentado y quieto en el público -compuesto frente a Israel- es realmente un problema.

Además doble, porque en la Pérgola el buen Galván ha decidido hacer eso que los jóvenes ahora llaman fusión, es decir fusionar dos espectáculos: El Amor Brujo + La Sacre du Printemps, respectivamente de Manuel De Falla e Igor Stravinsky .(Última función esta noche 12 de noviembre).

Composiciones que tienen más relaciones de las que crees, además de la fama de fracasos en la primera función (15 de abril de 1915 y15 de diciembre de 1920). Igor y Manuel se conocían, se frecuentaban, intercambiaban opiniones y regalos, se influenciaban. Mezclando clasicismo y vanguardia, aperturas y solipsismos. Israel Galván -en el escenario tanto un coloso como una persona repentinamente frágil y modesta, con la mirada baja y la mano levantada para mitigar los aplausos- es el instrumento al servicio de la música, y viceversa.

Acompañado por dos pianos (Daria van den Bercken y Gerard Bouwhuis) y una mezzosoprano (Barbara Kozelj), aparece en escena engañando, como una mujer pegada a su silla (Candela fingiendo ser una bruja como según el libreto). Toda la acción propulsora, la incomodidad y la pantomima, y la frustración de golpearse la cabeza, literalmente; y una adivinación que ya no tiene poderes: cartas de tarot de cerámica que se rompen en vez de decir el futuro.Luego, en el espacio del Saloncino Paolo Poli todo, incluido el teatro, a través de la peluca, Israel mueve obras con sus pies, tablas de madera, aros de arena, plataformas de tambores y sonajeros. Interrumpe los movimientos cuando quiere, añade -según la leyenda que lo reconfirma- gestos de Michael Jackson, en fin, se convierte en director del raid (quién sabe si ensayado o al azar).

Desde la oscuridad, pues, emerge del suelo con metros de falda que parecen de tierra, energía primordial donde desaparecen las (milagrosas) piernas. Misdirecting again: se percibe el movimiento, pero los oídos no pueden ubicar el sonido. Así que, al final, este encuentro entre El Amor Brujo y La Sacre du Printemps es una especie de resaca. De lo cual nadie te advierte, ni sabe como hacerlo desaparecer aun después de días.

Israel Galván, «Trato de seguir bailando como un niño»

¿Recuerdas la primera vez que escuchaste estas dos composiciones que estás interpretando hoy aquí en la Pérgola? ¿Qué sensaciones sintió?De niño escuchaba El Amor Brujo; era música familiar, bailada en todas las academias de flamenco.La impresión que me dio fue la de un flamenco 'teatral'. Bailé El Amor Brujo cuando estaba con Mario Maya y se sentía como si estuviera corriendo mucho, moviéndome de un lado al otro del escenario. En cuanto a La Sacre, tras ver las fotos de Nijinsky me puse a estudiar todo lo que bailaba, y la música de Stravinsky me abrió a nuevas sensaciones.

¿Cómo los transformaste adaptándolos a ella?En El Amor Brujo quise ser una mujer que baila y tratar de bailar parada en una silla, en una versión de piano que casi parece como una guitarra, por lo que me parece mucho más jondo (gitano, ed) que en la versión orquestal. Para La Sacre fue plasmar todas las siluetas y líneas a partir de las poses de Nijinsky, bailando a mi manera. Me di cuenta de que quería hacerlo como un solo, con dos pianos, convirtiéndome en el elemento percusivo de la partitura con mi cuerpo. Aunque siga siendo un ritual, es un animal al que hay que dejar respirar, un doble juego: ser percusionista y jugar con el ritmo, como una aguja entre silencios.

¿Quién gana más con estas versiones que los lenguajes clásicos por los que las conocemos: el flamenco o El Amor Brujo y La Sagra della Primavera?

La interpretación flamenca es diferente. Intento que al final sean conciertos, que no sean demasiado teatrales, aunque la brujería y el ritual presentes en las dos obras cambien el ambiente. No creo que lo esté forzando.

¿Alguna vez te analizas revendiéndote en video, o te cansas de volver a verte?No me miro, prefiero escuchar el audio de los ruidos que hago hacer mientras bailas.

Llevas más de 47 años trabajando, te han llamado "loco" , "amante del riesgo" , "el del flamenco de vanguardia" , "gurú de los intelectuales" . ¿Estas etiquetas quitan la verdad a tu arte o lo promocionan, venden más entradas?Empecé a trabajar en el tablao a los 3 años, y desde muy pequeño sentí el juicio del público y desde entonces he aprendido a mantener la presión.Ahora que soy mayor, trato de seguir bailando como un niño, y por eso acepto que los adultos me regañen de vez en cuando.

Naciste con “Flamenco adentro”, seguramente ya bailabas en el vientre de tu madre (bailaora como tu padre). ¿Alguna vez sentiste esta especie de predestinación como un constreñimiento?El flamenco de niño era 'muy pesado' porque estaba en un mundo de adultos, estaba aburrido, me dormía y por por eso busqué la manera de expresar mi libertad. Pero no quiero borrar mis raíces. El flamenco es lento, tiene su propio tempo y trato de que sea ligero. Es como tener una cadena en el tobillo y volar.

¿Sin ambición de quizás dirigir una especie de cine-ballet como Carlos Saura con Amor brujo (1986)?Me gusta el arte cinematográfico, soy un gran admirador de Kubrick, por ejemplo. Veo sus películas una y otra vez, luego voy a mi sala de ensayo y monto una farruca e imagino que hay movimientos de cámaras y zoom.Si pudieras hacer bailar a las cámaras, ¿por qué no?

¿Por qué la gente debería ver bailar, o más bailar?Puede ayudar a la audiencia a moverse por la vida o bailar con la mente. Creo que los bailarines también deberían bailar en la vida cotidiana, como la gente que no baila. El público aprende la comunicación del cuerpo.

¿El mejor espectáculo siempre es el próximo?No es el próximo, es lo que uno está haciendo ahora porque es lo más importante.

Articulos interesantes...