Piero Gilardi, maestro del arte pobre y uno de los artistas italianos de la segunda posguerra más influyentes a nivel internacional, ha fallecido a los 80 años. Es conocido en particular por sus esculturas en poliuretano que reproducen miméticamente porciones del entorno natural (praderas, maleza, cauces de ríos). Gilardi también fue el creador del PAV Parco Arte Vivente – Centro Experimental de Arte Contemporáneo, inaugurado en Turín en 2008, un lugar que condensa todas las ideas de su investigación en torno a la relación entre Arte y Naturaleza.
Ha muerto Piero Gilardi, maestro del Arte Povera
Nacido en Turín el 3 de agosto de 1942 Piero Gilardi, hijo de la pintora y modelo Cecilia Lavelli, comenzó su carrera artística en la década de 1960 en el clima cultural del Post-Pop Art.Debutó en 1963 con una exposición neodadaísta de Machines for the Future en la Galleria L'Immagine de Turín, dándose a conocer al gran público gracias a sus Nature-Rugs.
La primera data de 1965: Gilardi caminaba por el lecho del arroyo Sangone, cerca de Turín, cuando se encontró con un montón de basura abandonada en la orilla. Su impulso fue reconstruir una naturaleza impoluta. Pero lo hizo utilizando poliuretano expandido, fruto de una tecnología. «Quería crear las condiciones ideales para un reencantamiento hacia la naturaleza, utilizando un material artificial», dijo.
Naturaleza-alfombras de Piero Gilardi
Concebidos como "objetos estéticos prácticamente utilizables" donde era posible caminar, acostarse, tener una experiencia táctil y corporal, querían enfatizar la mercantilización (y degradación) de la naturaleza misma por parte del hombre. «Espero algún día poder reunir todas las alfombras que estoy haciendo en un lugar grande, plano, encerrado en una cúpula informe y opalescente: en ese ambiente enrarecido, la imagen de cada alfombra comenzará a expandirse y deformarse según a un ritmo orgánico incomprensible pero aceptable" .Y ese sueño se ha hecho realidad, al menos en parte, gracias a la exposición, comisariada por Elena Re, que acaba de finalizar en enero en el Magazzino Italian Art, en Cold Spring, Nueva York, que reunió a unas sesenta personas.
Pero a lo largo de su carrera las alfombras de Gilardi han sido expuestas en París, Bruselas, Colonia, Hamburgo, Ámsterdam y, ya a finales de los años 60, en Nueva York. Gilardi también vivió en Nueva York, teorizando el término arte microemocional.
Entre el arte y la política, de Turín a Nicaragua
Su objetivo en esos años era la elaboración teórica de las corrientes de la época, a saber, el Arte Povera y el Land Art. En el clima fuertemente politizado de finales de los años sesenta, decidió entonces dar un s alto cualitativo, con la vida en zonas periféricas del planeta. Por lo tanto, flanqueó su actividad artística con la militancia política en formaciones de la llamada "nueva izquierda" , abrazando los movimientos artísticos de creatividad colectiva y espontánea.En Italia pero también en Nicaragua, en varios países africanos y en los territorios nativos americanos en los Estados Unidos.
Instalaciones de los años 80
Desde principios de la década de 1980, Gilardi se ha consolidado internacionalmente con instalaciones interactivas que concibe como arte "relacional" , motor de transformaciones sociales. También narró su recorrido artístico-ideológico en un texto titulado Del arte a la vida, de la vida al arte, publicado en 1981. En su pensamiento, el arte debía corroborar su construcción política, «no limitándose a denunciar las feroces consecuencias sociales de la políticas ultraliberales dominantes, pero implementando el nuevo 'sentido' de las prácticas alternativas experimentadas por los movimientos a nivel 'glocal'" .
La última exposición dedicada a él se realizó en el lejano 2012 en el Castello di Rivoli de Turín en la ciudad donde trabajó hasta hace pocos años. Y en Rivoli, a finales de 2022, Gilardi había expresado el deseo de volver a exponer.
El Parque del Arte Vivo de Turín por Piero Gilardi
Desde 2002 Gilardi participa en la creación del Pav (Parco Arte Vivente) en Turín: un centro experimental de arte contemporáneo en el que se resumen todas sus experiencias relacionadas con la dialéctica Naturaleza/Cultura. Le gustaba considerarlo una «incubadora de conciencia ecológica».
Inaugurado en 2008, el Pav fue su última obra, pero la mayor de todas porque es un lugar vivo, un museo, un bien comunitario. Comentando la muerte del artista, Enrico Carlo Bonanate, director del Pav, recuerda que «no sólo nos deja un gran artista, sino un gran crítico, un gran teórico y un gran promotor del movimiento. Un soñador que trató de llamar la atención sobre los temas medioambientales antes de tiempo, y por tanto un gran visionario». El Pav organizará una exposición en noviembre sobre su figura, ya programada. “Será una oportunidad para recordarlo en el lugar que fundó, en su sueño”.
