«Es demasiado pronto para considerar el uso de una cuarta dosis de vacunas de ARNm de Covid-19 (Comirnaty de Pfizer y Spikevax de Moderna) para administrar a toda la población». Esta es la conclusión a la que han llegado el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y el grupo de trabajo Covid-19 de la EMA.
No obstante, precisan ambos organismos, la segunda dosis de refuerzo «puede administrarse a adultos de 80 años o más tras examinar los datos sobre el mayor riesgo de contagio y agravamiento, así como sobre la protección que proporciona una cuarta dosis ".
Cuarta dosis no para todos
Entonces, en resumen, un segundo refuerzo estará disponible para los mayores de 80 años y los frágiles, pero no será para todos. Las razones de esta valoración se explican, en primer lugar, por el hecho de que para el grupo de edad de mayor riesgo, es decir, entre los 60 y los 79 años, no existe un riesgo creciente de enfermedad grave (entre los que están vacunados). Obviamente, lo mismo es cierto incluso más para todas las personas menores de 60 años.
En segundo lugar, aún no hay pruebas sólidas de que la protección de la vacuna contra enfermedades graves disminuya en adultos de 60 a 79 años que tienen sistemas inmunitarios normales.
En cualquier caso, si la situación epidemiológica actual cambiara, especifica Ema en el documento difundido, entonces podría ser necesario considerar una cuarta dosis también en este grupo de edad.
Las mismas reglas para toda la Unión Europea
La precaución sobre la cuarta dosis generalizada a toda la población ya había sido expresada por muchos científicos. Según el profesor Alberto Mantovani, director científico del Instituto Humanitas de Milán y presidente de la Fundación Humanitas para la investigación, por ejemplo, la segunda convocatoria para cualquier persona mayor de 80 años es más que adecuada, así como para sujetos frágiles y vulnerables de cualquier edad.
Además, la cuarta dosis, de hecho, para otras vacunas no es nada nuevo: por ejemplo, la de la hepatitis B se da de forma rutinaria a sujetos inmunocomprometidos. Y por último, sería bueno que Europa hiciera una elección única y compartida en este sentido, evitando que cada país establezca edades diferentes.
Las autoridades nacionales, mientras tanto, también analizarán los datos locales para decidir si utilizar una cuarta dosis en personas con mayor riesgo, frágiles o inmunocomprometidos, porque aún así no hay suficientes datos.
Cuarta dosis, lo pensaremos en otoño
La decisión sobre la cuarta dosis para todos será reconsiderada en otoño. Entonces, escribe Ema, las autoridades evaluarán el mejor momento para dosis adicionales, posiblemente aprovechando las vacunas actualizadas. La Agencia de Medicamentos señala al mismo tiempo que no han surgido problemas de seguridad de los estudios sobre los refuerzos adicionales.
La EMA desea recordarle, en cualquier caso, que la vacunación sigue siendo la forma más eficaz de prevenir enfermedades graves, incluidas las enfermedades graves causadas por la variante Omicron. Por eso invita a los ciudadanos europeos a completar el ciclo de vacunación que incluye tres dosis, la única forma de lidiar también con la variante Omicron.
Datos de Israel
Es Israel quien inició la cuarta dosis. De ahí proviene la mayor parte de la evidencia sobre los efectos de una cuarta dosis. Como explican las dos agencias en la nota, los datos indican que un segundo refuerzo administrado al menos cuatro meses después del primero restablece los niveles de anticuerpos sin generar nuevos problemas de seguridad.
Y los mismos datos también sugieren que un segundo refuerzo brinda protección adicional contra enfermedades graves, aunque aún no se conoce la duración de los beneficios y la evidencia aún es limitada.
