Uno de cada mil lo logra. No todos los objetos de moda, de hecho, tienen la fuerza y la capacidad necesarias para entrar en el imaginario colectivo. Las zapatillas Nike Jordan 1 sin duda lo han conseguido. Gracias a un testimonio excepcional, que Michael Jordan destinó a cambiar el baloncesto para siempre, pero también a un diseño innovador, audaz y único, que inmediatamente ejerció una fascinación sin igual. Desde 1985 -año en que se creó la zapatilla- hasta hoy, esa zapatilla ha permanecido en los armarios (y en las wishlists) de millones de niños y niñas, convirtiéndose en un símbolo de la cultura juvenil y del streetwear. Además, en las últimas temporadas, las Nike Jordan 1 han descubierto un alma profundamente fashion, ecléctica y contemporánea, que las convierte en una valiosa aliada para looks cotidianos que son todo menos triviales.
Una historia legendaria
En 1985, Nike no era el gigante de Beaverton que conocemos hoy. No solo eso: el sector del baloncesto estuvo dominado por las creaciones de Converse y PUMA. Fue el diseñador Peter Moore quien lo puso todo patas arriba, quien imaginó un zapato muy suave que combina a la perfección funcionalidad y estética. El toque de genialidad fue la coloración, que introdujo por primera vez en el parquet tonos vivos como el rojo y el negro, prohibidos por la NBA en su momento. La pieza que f altaba para la consagración mundial de la zapatilla era el contrato con Michael Jordan, contratado por la suma récord de 500.000 dólares al año. Cada vez que Jordan s altaba al campo con las Air Jordan 1 OG Black/Red, la NBA le imponía una multa de 5.000 dólares que Nike, sin pestañear, pagaba a tiempo. La llamada "zapatilla prohibida" fue lanzada al mercado en 1985 a un precio de $65, inaugurando treinta años de éxitos narrados hoy en la película Air - The Story of the Great Leap, dirigida por Ben Affleck.
Cómo elevar las Nike Jordan 1
A pesar del encanto icónico y la vinculación con el deporte, con el tiempo los zapatos diseñados por Moore se han convertido en complementos de gran glamour. De hecho, el diseño minimalista del zapato permite espacio y variación, eligiendo combinaciones en nombre de la comodidad o dedicadas a la elegancia más clásica. El aliado inesperado de las zapatillas es el traje sastre, quizás caracterizado por pantalones acampanados, que caen perfectamente sobre el Swoosh. La sudadera monocromática se encarga de aligerar la parte formal del outfit, para darle un toque deportivo, perfectamente equilibrado por el It Bag firmado que le da al look un corte sofisticado. Los opuestos se atraen.
En este juego de estética y proporciones, las Nike Air Jordan 1 encuentran un compañero de aventuras indispensable en pantalones cargo o pantalones paracaídas. La silueta sobredimensionada que anima la parte inferior del conjunto, que cae perfectamente sobre las zapatillas, se contrasta con cárdigans bon ton, camisetas ajustadas sin mangas y abrigos en tonos brillantes.Para encontrar una síntesis inédita entre masculino y femenino, entre casual y formal, en una paleta de colores interesante y nunca banal.
El uniforme de verano
En la búsqueda continua del outfit perfecto para el verano, para ser replicado todos los días con algunas variaciones, las Nike Air Jordan 1 podrían representar un descubrimiento interesante. Para los días de paseo o para las tardes entre cafés y museos, la comodidad y la frescura de las zapatillas se combinan con vestidos lenceros muy ligeros, midi o largos, creando un contraste ganador de materiales y colores. El toque final es la camisa ligera, de corte oversize y para llevar abierta, que asegura una dosis de elegancia indispensable.
Denim, pantalones de sastre, minifaldas, vestidos de punto: no hay prenda que no se pueda llevar con un calzado deportivo.El secreto se esconde en la elección del zapato, llamado a alargar la figura o a dar volumen a la parte final del outfit, siempre en el signo de la comodidad.
Para vuelos de estilo dignos de Michael Jordan.