Calambres nocturnos: causas, síntomas y remedios - iO Mujer

Los calambres nocturnos ocurren principalmente en la pantorrilla, el pie y el muslo durante el sueño. Así, la persona experimenta un despertar brusco, agravado por una sensación de parálisis del miembro, combinada con dolor. Por suerte tienen una duración máxima de unos minutos. Sin embargo, las buenas noches están comprometidas. Entonces, ¿qué hacer para prevenir este trastorno y cómo comportarse cuando se presenta?

Cólicos nocturnos: qué son

«Son contracciones musculares involuntarias y repentinas. Se experimenta una sensación de espasmo más o menos fuerte, que de hecho inmoviliza la zona afectada. Suelen durar unos minutos, pero en ocasiones son tan intensos que provocan frecuentes despertares durante la noche en la persona que los padece.En caso de calambres severos en pantorrillas o muslos, es posible sentir la rigidez del tejido muscular colocando una mano sobre la piel durante la contracción», explica el Doctor Luca De Martino, Fisioterapeuta y Osteópata.

Demasiado o muy poco deporte

«Si no se han identificado las causas determinadas que los provocan, estamos hablando de calambres idiopáticos. Si se define y reconoce la causa, hablamos en cambio de calambres secundarios. En algunos casos se producen por una actividad deportiva excesiva, con un ritmo por encima de las posibilidades, o por una recuperación insuficiente entre un entrenamiento y el siguiente. Incluso un comportamiento contrario, es decir, una movilidad reducida, puede favorecerlos. La f alta de actividad física, de hecho, al igual que en el caso contrario, puede provocar un acortamiento de los músculos y facilitar así la aparición de calambres nocturnos», prosigue el experto.

Otras posibles causas

«La deshidratación y la disminución de la cantidad de sales minerales presentes en el organismo, especialmente de sodio, potasio, calcio y magnesio, también pueden dar lugar a la aparición de calambres nocturnos.En algunos casos, ciertos medicamentos y/o suplementos pueden tener calambres nocturnos como efecto secundario. Un ejemplo sobre todo, las estatinas, que se administran para bajar el nivel de colesterol en sangre. Además, en el embarazo, el aumento de peso durante los nueve meses de gestación tensiona los músculos de las piernas que necesariamente tienen que hacer frente a un mayor esfuerzo y esto los hace más expuestos a calambres y dolores. Además, la descompensación de electrolitos y la reducción de la circulación venosa aumentan la probabilidad de sufrir calambres nocturnos. Finalmente, entre las posibles causas se encuentra el síndrome de piernas inquietas, un trastorno caracterizado por la necesidad de mover los miembros inferiores o superiores, a menudo asociado a sensaciones de incomodidad», subraya el doctor De Martino.

Qué hacer cuando surgen

«Si tienes un calambre durante la noche, lo primero que debes hacer es tratar de estirar el músculo afectado tanto como sea posible, teniendo cuidado de estirar gradualmente.Por ejemplo, se puede usar una mano para tirar del dedo del pie hacia arriba o se puede estirar la pierna si la contractura se localiza en el muslo. Es importante, una vez alcanzada la extensión del miembro afectado, mantener la posición durante al menos 10 segundos. También podemos realizar masajes en la zona afectada y aplicar compresas calientes para favorecer la relajación muscular», sugiere la experta.

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