En el fascinante y resplandeciente universo de los collares de mujer, es fácil enamorarse de los preciosos collares que llevan las estrellas de Hollywood, o dejarse conquistar por los collares de perlas transmitidos en la familia de generación en generación. Para introducir un cierto brillo en la vida cotidiana, sin recurrir a zafiros o esmeraldas, la solución más sencilla y de moda es apostar por collares finos, discretos y elegantes, para llevar juntos, uno encima del otro, combinando materiales y estilos diferentes. . Para un mix and match que crea volumen y aporta personalidad. Con una camiseta sencilla o un blazer masculino, de la mañana a la noche.
Uniforme Diario
La figura en la que inspirarse para elegir y diseñar collares de mujer es, ça va sans dire, Chiara Ferragni. Mezclando diamantes y collares Cartier con collares finos o divertidos colgantes, la emprendedora digital hizo de las joyas una parte integral de su uniforme estético, para llevar tanto con cuello alto negro como con vestidos de noche. En la misma sintonía también se encuentra Rocky Barnes, un influencer estadounidense con más de tres millones de seguidores en Instagram, quien en los videos en los que se arregla cada mañana muestra las joyas de las que nunca se separa y las que luce en ocasiones especiales. Cadenas de oro, colgantes con los nombres de los niños, pequeños diamantes para animar un top, colgantes para la noche: Barnes es una autoridad en collares.
Collares de mujer para nunca quitarse
En oro o plata, finos y minimalistas o más gruesos y con dijes de colores, la elección entre collares para usar todos los días es amplia, favorecida por la libertad y creatividad con la que se pueden usar juntos, sin preocuparse por la combinación de materiales y sombrasMás es más, dirían algunos. Entre los modelos más sofisticados y esenciales, es fácil enamorarse de la gargantilla de plata de Giovanni Raspini, de la versión caracterizada por nudos firmada por Laura Lombardi, o de la interpretación con pequeños anillos de JW Anderson. Justine Clenquet juega con la yuxtaposición de la cadena de oro y las brillantes circonitas, acentos de color utilizados también por Mabina y PDPAOLA, imprescindibles para romper la monotonía de las joyas del mismo color.
¿Quién dijo que los collares delgados que nunca te quitas tienen que ser lineales y bidimensionales? De hecho, puedes experimentar con colgantes y amuletos, desde la mariquita de la suerte de DoDo hasta el cuarzo rosa de Cornelia Webb, desde el ojo-talismán de Isabel Marant hasta la perla de Sophie Bille Brahe. El efecto final será aún más sofisticado y contemporáneo si ese grupo de collares se compone de diferentes texturas y manufacturas, llamativos colgantes y detalles que solo conoce quien los lleva, tal vez un regalo o herencia de un ser querido.Si, por el contrario, todo este "caos" estético no va con tus gustos, siempre puedes optar por una única gargantilla, encantadora y sofisticada en toda su sencillez.
Accesorios Passepartout
Los collares finos – en oro, plata o acero – no conocen las estaciones, siempre están listos para decorar e iluminar el rostro. Se llevan sobre camisetas de cuello redondo o cuello alto de invierno, enriquecen el escote descubierto con camisas abiertas, jerséis de pico o tops más atrevidos, se asoman, sin robar protagonismo, a americanas abotonadas y abrigos atados a la cintura. . Se configuran así como complementos passepartout, de los que nunca se puede separar, para convertirse en parte y símbolo del uniforme de diario, capaces de elevar o "atenuar" cualquier look.
Para un día a día elegante que no renuncia al brillo.
