Bebidas calientes y cáncer de esófago: la temperatura segura – iO Donna

El café, el té y las bebidas calientes en general, si se consumen muy calientes, a una temperatura superior a 60-65°C, aumentan la probabilidad de desarrollar cáncer de esófago. Varios estudios científicos lo han demostrado. Sin embargo, no está probada la relación entre el consumo de bebidas muy calientes y el cáncer de estómago o de las vías respiratorias superiores y digestivas. Pero, ¿por qué el calor excesivo puede ser dañino?

Bebidas calientes: cuando se vuelven cancerígenas

La IARC, Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, ha incluido las bebidas calientes en el grupo 2A, es decir, entre las sustancias probablemente cancerígenas.El café y el mate, una bebida típica de América Latina, cuando no se consumen calientes, pertenecen al grupo 3, el de las sustancias que no pueden clasificarse como cancerígenas para los humanos, lo que demuestra que es el calor lo que las vuelve potencialmente peligrosas. Por lo tanto, es recomendable dejar que las bebidas se enfríen a una temperatura inferior a 60 °C antes de consumirlas.

Cuidado con las tazas humeantes

El café y el té son las bebidas calientes más comunes, sin embargo se consumen muchas otras en todo el mundo, tanto sin alcohol, como el mate y el chocolate, como con alcohol, como el calvados en Francia o el sake en Japón. La alta temperatura facilita la disolución de químicos y aromas y aumenta la sensación de gratificación y bienestar asociada al consumo. Además, inactiva al menos parcialmente los microorganismos patógenos y las toxinas: no es casualidad que el consumo de té esté muy extendido en países donde hervir el agua antes de usarla es un requisito higiénico fundamental.Las bebidas calientes se suelen servir a una temperatura de 71-85 °C y se consumen cuando la temperatura baja a 50-70 °C.

Daño al esófago

Según los expertos de la Fundación AIRC: «El esófago es la parte del tubo digestivo que va desde la faringe hasta el estómago. El cáncer que le preocupa no es muy común: se estima que en 2018 se diagnosticaron alrededor de 2.000 nuevos casos en toda Italia, con una incidencia mucho mayor en el Norte que en el Centro-Sur. Los hombres se ven afectados en mayor medida que las mujeres. Este hallazgo no es sorprendente ya que el alcohol y el tabaquismo, hábitos predominantemente masculinos, son factores de riesgo conocidos para la aparición de cáncer de esófago. Varios estudios han demostrado que el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer está influenciado por los hábitos alimentarios, en particular por el hábito de tomar bebidas muy calientes" .

El choque térmico

«Los estudios realizados se refieren en su mayoría a poblaciones orientales, consumidoras de té por excelencia. El choque térmico, que se sufre al ingerir bebidas calientes, puede tener un efecto inflamatorio y por tanto ser perjudicial para el epitelio esofágico. Debemos guiarnos por el sentido común: es bueno enfriarlos e ingerirlos solo cuando existe la posibilidad de soportar las bebidas en la boca. Porque si es abrasador para la boca también lo es para la cavidad bucal», subraya el Dr. Luigi Ricciardiello, investigador de la AIRC, profesor asociado de gastroenterología en la Universidad de Bolonia y responsable del curso diagnóstico-terapéutico de cáncer colorrectal en la S. Hospital Orsola-Malpighi en Bolonia.

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