Aislamiento social, graves dificultades en las relaciones, depresión, autolesiones y actos de violencia: todos estos son posibles efectos del trastorno llamado nomofobia, que hace referencia al miedo incontrolado a ser desconectado de la red de telefonía móvil. Un fenómeno preocupante relacionado con la adicción a Internet, también porque está creciendo especialmente entre los jóvenes.
Nomofobia, el miedo a estar desconectado
El término fue acuñado por primera vez en Inglaterra en 2008, «NO MObile PHone PhoBIA», durante un estudio encargado por el gobierno británico para investigar la correlación entre el desarrollo de trastornos del espectro de ansiedad y el hiperuso del móvil Los telefonos.
El estudio encontró que alrededor del 53 % de los británicos que usaban teléfonos móviles mostraban altos niveles de aprensión y ansiedad cuando sus teléfonos se perdían o se quedaban sin energía y se apagaban o no tenían cobertura de señal.
El estudio también reveló que aproximadamente el 58 % de los hombres y el 47 % de las mujeres experimentaron ansiedad por la desconexión del teléfono móvil.
Trastornos por tecnoadicción especialmente en jóvenes
Hoy en los Estados Unidos se estima que el 66% de los adultos sufren de nomofobia, pero el trastorno también se puede encontrar en Italia, afectando especialmente a los adolescentes. Los datos surgen de una investigación sobre jóvenes y tecnologías promovida por el Comité Regional de Comunicaciones de Lombardía junto con la Universidad de Bicocca.
Ya existen varios estudios que han demostrado las consecuencias psicológicas y sociales del uso masivo de dispositivos, entre los que los más frecuentes son la depresión, la conducta antisocial, las alteraciones del sueño, los verdaderos trastornos de adicción.La nomofobia también pertenece a este último.
Nomofobia, datos preocupantes en Italia
En las últimas décadas, el aumento progresivo en el uso generalizado de dispositivos tecnológicos ha planteado interrogantes sobre cómo la digitalización impactará a la sociedad en el mediano y largo plazo. La investigación de Corecom Lombardia pretende ofrecer una instantánea de lo que está sucediendo.
Pero los resultados están lejos de ser positivos. De hecho, los datos muestran que el 25% de los jóvenes de entre 14 y 21 años desarrollan un uso problemático de internet, porcentaje que alcanza el 68% en el grupo de edad de 19 a 26 años.
La ayuda básica de la familia
La complejidad de esta condición está asumiendo dimensiones preocupantes, especialmente entre las familias de los niños afectados que deben ser re-enseñados para restablecer el contacto con el mundo real, en lugar de con el mundo digital, para restablecer interacciones interpersonales en la vida real y conexiones “cara a cara”.
De ahí la importancia de cuidar a los jóvenes, tanto transfiriéndoles valores positivos en el ámbito familiar, como a través de intervenciones de prevención dirigidas a educar también a los padres en el uso consciente y responsable de internet.