Insatisfacción: las preguntas correctas que debes hacerte

¿Insatisfacción constante? En la vida, puede suceder que llegues a un acuerdo con una profunda sensación de frustración y te encuentres pensando que has hecho todo mal.

Esto acaba centrándose únicamente en los errores cometidos y los objetivos perdidos, dando lugar a una vorágine de pensamientos negativos de los que puede parecer difícil salir.

¿Por qué yo? ¿Qué hice mal para merecer esto? ¿Qué me pasa?

Estas son a menudo las preguntas que nos hacemos. Preguntas aparentemente inofensivas pero que en realidad pueden constituir una trampa peligrosa, porque son capaces de aumentar la sensación de frustración. Precisamente por eso, el primer paso para hacer las paces contigo mismo y salir del círculo vicioso de la insatisfacción es aprender a hacerte las preguntas adecuadas. Tal y como explica Ana Maria Sepe, psicóloga y fundadora de Psicoadvisor.com además de coautora del libro "Reescribe las páginas de tu vida" , editado por Rizzoli.

Insatisfacción: cómo salir del callejón sin salida

Cuando te sientes insatisfecho o frustrado, tienes la sensación de estar atrapado, atrapado en un callejón sin salida del que no puedes salir.

«Toda insatisfacción nos lleva a un callejón sin salida pero fuimos nosotros, involuntariamente, los que tomamos ese camino - explica Ana Maria Sepe - Lo primero que hay que hacer, por tanto, es tratar de entender cómo acabamos ahí mismo , en ese punto, en ese momento histórico de nuestra vida».

Frustración y deseo de redención: un círculo vicioso

«Además, siempre es bueno tener esto en cuenta: cuanto mayor es la frustración, mayor es el deseo de redención que sentimos y esto desencadena peligrosos círculos viciosos, alejándonos de destinos que de otro modo serían muy accesibles para a nosotros. – explica la psicóloga – El ejemplo más clásico viene de la insatisfacción con la forma física. Solo piénsalo: ¿qué harías para conseguir el cuerpo que deseas? Por un lado, estamos dispuestos a hacer cualquier cosa para alcanzar la meta codiciada, pero por el otro, salimos derrotados en la vida cotidiana. En teoría, seguir un plan de alimentación equilibrado e integrar un poco de entrenamiento no parecen cosas difíciles, pero cuando se parte de un estado de insatisfacción, pueden convertirse en misiones (casi) imposibles. En este punto, lo único que podemos hacer es retroceder unos pasos, para que podamos entender cómo terminamos en ese callejón sin salida. ¿Qué se esconde en el deseo insatisfecho de adelgazar? ¿Quizás la f alta de aceptación de uno mismo? Lo mismo ocurre con la insatisfacción sentimental: ¿por qué buscamos desesperadamente el amor? ¿Quizás porque no podemos darnos lo suficiente? O, ¿por qué no dejamos a nuestra pareja si la relación de pareja no es satisfactoria? ¿Quizás porque, en el fondo, tememos no poder enfrentar el mundo solos?»

Insatisfacción: la importancia de saber hacer las preguntas correctas

Si hacerse muchas preguntas es fundamental para salir del círculo vicioso de la insatisfacción, debes sin embargo aprender a hacerte las preguntas adecuadas, sin caer en la trampa de preguntas improductivas como el clásico '¿por qué yo?' o '¿Qué me pasa? ¿He hecho mal para merecer esto?'

«Es una manera que hemos aprendido a mimarnos. Son preguntas ciertamente muy tiernas pero lamentablemente improductivas e incluso peligrosas porque implican un estado de impotencia y ningún adulto está verdaderamente indefenso – explica Ana Maria Sepe – Cuando somos niños, estamos literalmente a merced de los acontecimientos y de nuestros padres. . Para un niño que siente que ha sufrido una injusticia, es natural preguntarse '¿qué he hecho mal para merecer esto?'. Sin embargo, como adultos, si nos sucede algo malo, debemos entender que esto no sucede en absoluto porque lo merecemos, lamentablemente la vida es mucho más compleja que eso" .

Convertir la insatisfacción en un momento de introspección

Saber hacer las preguntas adecuadas es también una forma de transformar esos momentos de desánimo en oportunidades de crecimiento personal e introspección.

«Cada frustración nuestra en realidad puede revelar mucho sobre nosotros y las heridas que llevamos dentro. Poder hacernos las preguntas correctas significa conocernos, significa darnos la oportunidad de tomar caminos funcionales que nunca más nos llevarán a callejones sin salida - explica la psicóloga - Transformar la insatisfacción en un momento de introspección y crecimiento es un signo de gran madurez emocional, significa que ya no estamos dispuestos a sufrir acontecimientos" .

La primera pregunta que debes hacerte

La primera pregunta que debes hacerte ciertamente se refiere al origen de tu insatisfacción. ¿Qué te hace sentir tan frustrado? ¿Es esa realmente la causa de la insatisfacción o hay algo más profundo que ver?

«Cuando el origen de la insatisfacción es algo tangible, siempre conviene pensarlo con la cabeza fría -sigue sugiriendo Ana Maria Sepe-, con el desapego adecuado, tal vez como si esos problemas no nos incumbieran a nosotros sino a un querido amigo ».

La importancia de mostrar autocompasión

Además de saber hacer las preguntas correctas, existen otras estrategias que pueden ayudar a mejorar la comunicación con uno mismo, haciendo de alguna manera más funcional el diálogo interior.

«El secreto de un buen diálogo interior es mostrarnos comprensivos con nosotros mismos, empezando por las palabras que elegimos para dirigirnos -dice Ana Maria Sepe- Cuando intentamos hablarnos, en realidad, más de lo que estamos acostumbrados a abrir un diálogo lanzándonos a un torbellino de autocrítica. Nos transformamos, sin saberlo, en nuestro más estricto juez. Esto también es un legado de nuestra infancia, nos comportamos con nosotros mismos tal como implícitamente nos lo enseñaron nuestros padres».

Insatisfacción y obsesión por la comparación

La insatisfacción a menudo surge también de la comparación con otros que siempre parecen ser mejores que nosotros o tener más que nosotros. ¿Cómo te liberas de la obsesión de comparar?

«Desde pequeños hemos aprendido a compararnos con los demás siguiendo el ejemplo de nuestros adultos de referencia. Lo vivíamos con los profesores, entre los pupitres del colegio y antes en casa, con la comparación entre primitos y hermanitos. Con estas comparaciones nos enseñaban involuntariamente a evaluar todo en un nivel de 'superior' o 'inferior'. que' mientras que en realidad deberíamos tener una visión más global, de mera diversidad - subraya el experto - no hablo de una diversidad entre individuos, sino en el camino de la vida. Todos parten de diferentes condiciones, están los que vienen al mundo con toda la suerte y los que, en cambio, no tienen el camino despejado y deben conquistarlo todo. Para liberarte de la obsesión con la comparación, solo piensa de dónde partimos para que podamos centrarnos en nuestro viaje, en nuestra evolución personal.Cuando trabajes en tu camino y comiences a sentirte satisfecho con cada paso que das, entonces la comparación se convertirá en nada más que una herramienta útil de crecimiento. Si no estamos frustrados, somos capaces de aprender y aprovechar lo que es diferente a nosotros" .

Cómo superar el miedo al cambio

En el libro "Reescribe las páginas de tu vida" , los autores afirman que "la vida no debe ser lo que te pasa y cada uno de nosotros tiene la oportunidad de reescribir las páginas" . Sin embargo, muchas veces nos encontramos suspendidos entre el deseo de cambiar y el miedo a enfrentar el cambio

«Cuando tratamos de cambiar aunque sea un solo comportamiento, es toda la identidad la que cuestionamos y nuestra identidad ha tardado años en forjarse: no podemos pretender revertirla en un par de días - explica Ana María Sepe- El cambio, entonces, se vuelve particularmente difícil para quienes viven con “creencias disfuncionales” que ahora están tan arraigadas que forman parte de esa identidad que acabo de mencionar.Todo lo que sabemos hoy sobre cómo funciona el mundo, sobre el amor y sobre nosotros mismos, lo aprendimos en la infancia. Si de niños muchas veces nos hacían sentir inadecuados, impotentes o apáticos, entonces hemos aprendido a identificarnos inconscientemente como equivocados, vagos e indefensos ante las adversidades de la vida. En definitiva, hemos aprendido a no creer en nosotros mismos. Con nuestro comportamiento, por lo tanto, terminamos creando escenarios capaces de confirmar esas creencias disfuncionales, sin permitirnos una posibilidad real de cambio”.

¿Qué hacer entonces?

«Hay que hacer un acto de valentía y preguntarse: de ahora en adelante, ¿qué quiero de la vida? ¿Cómo puedo expresarme plenamente y estar satisfecho con lo que soy y lo que tengo? – sigue sugiriendo el psicólogo.

Ser lo que merecemos ser

«¡Solo así no podemos limitarnos a ser la consecuencia de lo que ha sido sino darnos la oportunidad de ser simplemente lo que merecemos ser! A veces caemos en el error de pensar que “f alta la voluntad” o la “disciplina”, en realidad no f alta nada de eso, son también autoacusaciones de que nos movemos innecesariamente. Lo que f alta es conciencia: después de todo, nadie nos ha entrenado nunca sobre cómo funciona nuestra mente y cómo manejar nuestra complejidad emocional, por eso decidí escribir ese libro, para que todos puedan adquirir las "herramientas" adecuadas para transformar la propia vida en un reflejo de uno mismo y no del propio pasado. Como escribí en la introducción del libro “Se nace dos veces, la primera cuando vienes al mundo y la segunda cuando decides quererte a ti mismo”.

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