Alto, musculoso, en forma, guapo. Así deberían ser los hombres en el imaginario colectivo. Una narrativa que también está incidiendo negativamente en el género masculino, dominado por muchos estereotipos impuestos por la sociedad. Así es como se está afianzando la positividad corporal para los hombres. En la base no está la aceptación forzada de uno mismo y el dejarse llevar, sino el ideal estético diferente a los cánones estéticos tradicionales.
Body positivity para hombres, incluso el mundo masculino es víctima de estereotipos
«La imagen de una persona es compleja e incluye no solo el cuerpo sino también una serie de factores como emociones, sensaciones, creencias y comportamientos.Pero en la sociedad actual el cuerpo ha adquirido una importancia fundamental en la vida de muchas personas, influyendo en sus elecciones, actitudes y comportamientos cotidianos» explica Marina Balbo, Psicóloga-Psicoterapeuta Vicepresidenta de la Asociación EMDR - Italia.
Si hasta ahora eran principalmente las mujeres quienes pagaban el precio más alto por esta distorsión, recientemente el problema también ha afectado a los hombres, quienes se han visto obligados a tener un ideal de belleza inalcanzable para ser aceptados por la sociedad.
«Incluso los hombres son víctimas de la vergüenza corporal y del ideal de sociedad. Un concepto que apela especialmente a sujetos que padecen una concepción distorsionada y disfuncional de la idea de belleza y virilidad. Ahora se sabe cómo algunos de ellos intentan seguir unos estándares preestablecidos que solo pueden alcanzarse a través de dietas y actividad física excesiva», explica la psicoterapeuta.
Trastornos alimentarios e ideales inalcanzables
Incluso los hombres han sido víctimas, por tanto, de una imagen ideal de su cuerpo que, en algunos casos, también puede derivar en trastornos alimentarios: «El principal es la vigorexsia (o vigorexia). Es una patología que denota la tendencia de los individuos a adoptar dietas desequilibradas y a realizar una actividad física excesiva en un intento de moldear su masa muscular”.
Los sujetos más afectados son las personas que constantemente están insatisfechas con su apariencia física y con la imagen que tienen de sí mismas. Una condición que provoca un estrés extremo y que se retroalimenta en un círculo vicioso de emociones negativas que no permiten a la persona llegar a una solución.
Positividad corporal masculina
Así es como el concepto de positividad corporal también se abrió paso en el mundo masculino: «El movimiento busca promover la aceptación del propio cuerpo, incluso con una forma física completamente diferente a la que promueve la sociedad».
Las intenciones de este movimiento serían buenas, por lo tanto, si el objetivo de fondo es aprender a aceptarse a uno mismo. «Uno de los riesgos de adoptar en exceso la visión sustentada en el bodypositivity es el de inducir sobrepeso u obesidad, ambos nocivos para la salud. Por lo tanto, es importante que el foco esté siempre puesto en el bienestar psicofísico que es la base de una vida saludable, que también incluye una actividad física adecuada», explica el Dr. Balbo.
Los riesgos de la positividad corporal
«Adherirse incondicionalmente a los conceptos propuestos por el bodypositivity corre el riesgo de convertirse en una forma de escapar a la autocrítica constructiva, o de encubrir una solución patológica ligada a la imagen corporal».
Una forma de lidiar con estos malestares, según explica la doctora, es iniciar un camino de psicoterapia, en especial el tratamiento de EMDR (Desensibilización y reprocesamiento a través de movimientos oculares).Ante los trastornos relacionados con la conducta alimentaria y la imagen corporal, EMDR ha demostrado ser una intervención válida y eficaz capaz no solo de reelaborar traumas pasados, sino de fortalecer los recursos internos del individuo, permitiéndole mejorar su calidad de vida, concluye Dr. Balbo.