No hay duda de que el sol es bueno para ti. Tomado con las debidas precauciones, es una enorme fuente de bienestar no solo para el cuerpo sino también para la mente y el espíritu. De hecho, actúa a nivel hormonal regulando los ritmos personales de sueño-vigilia, además de poner en buen estado de ánimo «Tanto es así que en las escuelas y bibliotecas del norte de Europa y cerca del Polo Norte se han adoptado lámparas de Terapia de Luz que imitan el sol» explica Antonio Onofri, Psiquiatra, fundador del portal dedicado a la psicología y la psiquiatría ApertaMenteWeb.com.
Sol y luz solar, esenciales para el estado de ánimo
No es coincidencia que esta particular terapia haya sido adoptada en las regiones del norte del mundo, dada la alta incidencia de suicidios causados precisamente por una menor exposición a la luz solar. Esta necesidad no es solo física sino también instintiva: «No es casualidad que tengamos la tendencia a considerar insalubres los entornos laborales y domésticos que constantemente necesitan iluminación artificial.
Otro dato "instintivo" es que, cuando en una sesión de psicoterapia se utilizan técnicas de relajación y se pide a los pacientes que imaginen un lugar seguro asociado a una situación de calma y bienestar, muchos se ven tirados en una playa bajo el sol» explica el psiquiatra.
Por lo tanto, el instinto nos lleva a exponernos al sol y a considerarlo positivamente para nuestro estado de ánimo, será también porque muchas veces está relacionado con las vacaciones y los momentos de ocio.
La luz del sol y la salud mental
Pero, ¿cómo puede contribuir el sol a la salud mental? “Sabemos que la luz solar afecta los sistemas hormonales y los neurotransmisores en el cerebro. El sol tiene un efecto beneficioso sobre aquellos mediadores, como la serotonina y la dopamina, capaces de influir en nuestro estado de ánimo, nuestra capacidad de sentirnos tranquilos y de experimentar sentimientos positivos. No solo eso, sino que también se estimula la producción de endorfinas, aumentando así la sensación de placer» explica el Dr. Onofri.
El papel del sol en la producción de vitamina D también es fundamental, importante no solo para el cuerpo sino también para la mente: «En los últimos años se han realizado diversos estudios para evaluar la correlación entre la vitamina D deficiencia y aparición de depresión, insomnio y deterioro cognitivo. Estas investigaciones estarían demostrando que esta particular vitamina actuaría como una verdadera hormona a través de receptores presentes en muchos órganos, incluido el cerebro.
Además, al modular el eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal regularía la producción de los neurotransmisores serotonina, adrenalina, dopamina y noradrenalina, implicados en la génesis de la depresión. Por lo tanto, es correcto pensar que una deficiencia de vitamina D puede contribuir al desarrollo de la depresión. Otra pista está en la identificación de receptores de vitamina D en áreas del cerebro donde se originaría la depresión», explica la Dra. Beatrice Casoni, psiquiatra y directora de salud de la clínica Neurocare Bologna.
Sueño, estados depresivos y luz solar: la conexión entre estos elementos
Un gran estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Exeter Medical ha demostrado que la deficiencia moderada de vitamina D se asocia con un mayor riesgo de desarrollar demencia, explica el Dr. Casoni: «La depresión, el sueño y la demencia están en De hecho, todos los elementos están vinculados e interconectados: de hecho, ha surgido que uno de los primeros síntomas de un estado depresivo es la f alta de sueño y que los trastornos del sueño generalmente pueden agravar un estado depresivo ya existente.Otros estudios también han confirmado que, al actuar sobre el centro del sueño presente en el hipotálamo, la vitamina D contribuiría a la regulación del ritmo sueño-vigilia», explica la doctora.
El sol, en efecto, y la vitamina D regulan los ritmos circadianos, en particular el ciclo sueño-vigilia, mejorando los posibles estados depresivos «Tanto es así que los psiquiatras recomendamos una mayor exposición solar matinal y el 'oscurecimiento vespertino del pantallas brillantes de nuestros dispositivos electrónicos para aquellos que sufren de trastornos del sueño» explica el Dr. Onofri.
La importancia de la vitamina D para el organismo
No solo para la salud cerebral y el estado de ánimo: la síntesis de vitamina D, que se produce gracias a la exposición a la luz solar, es una verdadera panacea para todo el organismo.
Como dicen los expertos, si se toma con las debidas precauciones, el sol es una auténtica medicina para todo el cuerpo: «Es muy bueno para la salud de los huesos y de la piel.Y cuando f alta, sobre todo en invierno cuando, entre otras cosas, se presenta con más frecuencia la llamada depresión estacional, se pueden utilizar suplementos previa valoración de los niveles de vitamina D con una dosis plasmática, sólo si existe una indicación por parte de su médico de confianza» concluye el Dr. Casoni.