Milán dice no a las terapias reparativas, o más conocidas como terapias de conversión para personas LGBTQ+.
La moción fue aprobada por el Ayuntamiento que, ante el silencio del Gobierno, actúa a nivel administrativo y se mueve personalmente contra prácticas consideradas pseudocientíficas que pretenden "tratar" a personas no heterosexuales y/o cisgénero.
Lgbtq+ terapias de conversión, Milán dice que no
Prácticas que, además, la ONU decreta como auténticas torturas y que finalmente algunos países han comenzado a prohibir estrictamente.
Tanto es así que ya están prohibidos en varios países, entre ellos Alemania, Brasil, Taiwán, M alta, Ecuador, Nueva Zelanda, pero la lista se actualiza constantemente. El penúltimo en orden cronológico, justo antes de Israel, fue Francia en enero de 2022.
Diálogo con las comunidades religiosas
La moción aprobada comprometió al alcalde Sala y al cabildo a abrir un diálogo con todas las comunidades religiosas de la ciudad, incluida la Arquidiócesis, para advertir a sacerdotes, parroquias y fieles no solo sobre los peligros de estas “terapias”, sino también al aspecto extremadamente dañino de la dignidad humana.
Ninguna ley en Italia castiga las terapias de conversión
En nuestro país la ley no sanciona de ninguna manera estos procedimientos, que también incluyen la oración y el exorcismo, la modificación de conducta, el ayuno forzoso. Y es por ello que el Ayuntamiento, con esta resolución, compromete al alcalde y al consistorio a “declarar claramente su oposición a las prácticas pseudocientíficas conocidas como terapias reparadoras o de conversión hacia las personas LGBTQ+”.
Hasta la fecha, Italia nunca ha legislado sobre el tema, a pesar de que la orden y las asociaciones de Psicólogos italianos también se han pronunciado en contra de estas "terapias" .
Los devastadores efectos que conducen al suicidio
Pero «las consecuencias», subrayó el concejal Pd Albiani, ponente de la moción, «son devastadoras a nivel físico y psíquico, conduciendo a menudo al suicidio de la víctima».
Afortunadamente, en julio de 2021 la Congregación para el Clero del Vaticano, tras una larga investigación sobre una asociación española, emitió un comunicado final invitando a los obispos a no apoyar ni recomendar estas terapias.