Utilizado por maquilladores de todo el mundo para fijar el maquillaje, el polvo transparente permite matificar la tez y preservar la belleza de la base sin apelmazar. Ideal también para minimizar los poros, se utiliza sobre todo en verano cuando se quiere retocar el maquillaje y eliminar el efecto brillo.
Polvos transparentes para el rostro, qué es y cómo usarlo
Los polvos faciales transparentes tienen la función de opacificar inmediatamente el maquillaje sin alterar en modo alguno su coloración. Por eso, en platós también se utiliza en hombres, que requieren un maquillaje aún más sutil y natural.
Ideal para quienes tienden a tener la piel mixta o grasa porque absorbe el exceso de sebo y minimiza los poros, también se puede aplicar en pieles secas siempre que incorpore agentes humectantes.
Gracias a su textura extra fina, compacta o en polvo suelto, se puede utilizar varias veces al día, sin crear espesor ni alterar el maquillaje con acabado empolvado. Por último, pero no menos importante, cuando se combina con el corrector adecuado, el polvo transparente para el rostro también te permite camuflar perfectamente el enrojecimiento y la decoloración.
Polvos faciales transparentes: ¿polvo o compacto?
Disponible tanto en polvo como en versión compacta, el polvo facial transparente o blanco se puede elegir en varias texturas según el tipo de maquillaje que desee crear.
El primero es, de hecho, recomendado para la técnica de horneado: un método utilizado para fijar las capas subyacentes de maquillaje e iluminar el contorno de los ojos.En el segundo caso, el de los polvos compactos transparentes, se recomienda su uso si se desea minimizar pequeñas imperfecciones o realizar retoques de maquillaje rápidos.
Aplicación: ¿brocha o esponja?
Para un acabado más natural, se recomienda el uso de un cepillo de cerdas suaves. ¿Cómo hacer? Todo lo que necesitas hacer es tomar un poco de producto, con cuidado de eliminar el exceso, y luego aplicar el polvo con movimientos amplios y delicados. De esta forma conseguirás una piel fresca y aterciopelada, con poros minimizados y brillos mantenidos a raya.
Para un efecto más glamuroso, puedes elegir la esponja gota. Presionar el producto en la cara creará un aspecto ligeramente más polvoriento similar al que se obtiene con el contorno. Extremadamente recomendado en caso de eventos o fiestas, este método de aplicación asegura una larga duración y un acabado suave al tacto.
Diferencias entre polvos faciales claros y clásicos
El polvo transparente también se sugiere en caso de piel marcada por pequeñas arrugas.
¿La razón? En comparación con el clásico, el polvo blanco tiene una textura mucho más sutil que no res alta las líneas finas ni las cutículas. Además, al no tener color no altera el matiz de la base, evitando así un look pesado.
Los polvos faciales clásicos pueden reemplazar la base de maquillaje en algunos casos: por ejemplo, si no tienes imperfecciones particulares que enmascarar. A elegir estrictamente según el color de tu tez, este producto cosmético clásico ha sido utilizado cada vez menos por mujeres menores de 30 años en los últimos años, ya que tiende a dar al look de belleza un aspecto más severo y menos fresco.